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VERSUS

AMON AMARTH comienza la contienda dando verdaderos golpes mortales. “TWILIGHT OF THE THUNDER GOD”, producido nuevamente por Jens Bogren, junto con la banda, en los estudios Fascination Street, de Örebro, Suecia, resulta ser un disco verdaderamente brutal. No es tanto una continuación del anterior disco, sino más bien es la continuación exitosa de toda su trayectoria, es el álbum que festeja los 10 años de trayectoria discográfica de la banda, por lo cual mereció una edición especial, al igual que un trato, igualmente especial, de parte de los admiradores y especialistas. El disco resulta ser una verdadera sorpresa desde su propio diseño artístico hasta su disco extra en DVD. La portada con Thor peleando contra la serpiente Midgard, resulta ya bastante profética, lo que nos espera con este álbum es un itinerario de una cruenta batalla narrada en rolas de lo más brutales y extremas que se han hecho dentro del Death Metal melódico, o del Viking Metal. Necesariamente, y antes de continuar, tengo que catalogar a este disco como verdaderamente épico. El álbum debería tener una pequeña advertencia en la portada, así como esas que anuncian un contenido explícito, que señale algo así como lo siguiente: “Advertencia pariental: ¡¡¡CONTENIDO ÉPICO!!!” porque todas las rolas que conforman este disco son altamente legendarias y gloriosas. Cada una de las canciones nos transporta a batallas incontenibles entre hombres y dioses con sus respectivos enemigos.
El concepto filosófico que esta vez impera en todo el álbum, es el del ocaso guerrero vikingo. Un hombre, sea héroe o soldado, y un dios guerrero, sólo demuestran lo que son y de lo que están hechos si combaten hasta la muerte con sus más profundos temores. En ese sentido, la portada resulta ser bastante simbólica, Thor pelea con la serpiente, el monstruo que le muestra en los ojos, el destino que le aguarda al Dios del Trueno, su propio crepúsculo y declive. El Dios de las más grandes proezas se enfrenta, más que a un monstruo ajeno a su vida, con su propio destino, y lo que este álbum se encarga de exponernos es el desarrollo de dicha batalla entre lo más fuerte y poderoso de sí mismo, contra todo aquello que puede hacer flaquear la fortaleza de espíritu, pero que, al mismo tiempo, la puede hacer aún más poderosa, dependiendo de los resultados de la batalla misma.

En tal caso, el disco comienza narrándonos los preparativos de dicha pelea, con Thor cabalgando hacia su propio destino en el Ragnarök, con la rola que le da título e inicio a todo el álbum. “Twilight of the Thunder God” resulta ser una de las mejores rolas del álbum, tanto por su contenido épico, como por su sentido mitológico. Cuenta con la participación de Roope Latvala, de Children of Bodom, en un solo magistral que asciende a la rola y a su tema al clímax de toda la canción, justo al momento en que Thor mismo se eleva hacia la batalla. Esta canción es además, el primer sencillo de todo el álbum, mostrando con ello que la rola está por encima del nivel de cualquier otra, y digna de considerarse ya un clásico dentro de todo su repertorio. A esta épica, le sigue otra, que trata acerca del sacrificio voluntario de un guerrero en batalla, “Free Will Sacrifice”, que demuestra la maestría en el manejo del Death Metal que posee la banda a estas alturas, delineando a la perfección el concepto que gobierna todo el álbum. Por otro lado, “Guardians of Asgaard” es un verdadero himno de batalla, coreado por el mismo ejército de Odín, rumbo a la victoria, cuenta también con una colaboración, Johan Hegg y Lars – Göran Petrov, vocalista de Entombed, a dúo musical, dos guerreros que cantan con verdadero sentimiento bélico. Además cuenta con un solo del propio Johan Söderberg, el cual llega hasta el alma por su exaltación, como muestra de la evolución musical de la banda en conjunto, al componer sus rolas entre todos y dejando que todos los miembros tengan una participación activa en la composición y producción. Le sigue la rola más brutal de todo el álbum, “Where is Your God? ”, con una tendencia anticristiana, reprochándole a los vencidos la existencia del dios que los ha abandonado; el riff de esta rola sin duda te llega a la espina dorsal haciéndote mover vertiginosamente al compás de la canción. En contraste con ello, sigue “Varyags of Miklagaard”, la rola más suave del disco, pero no por ello menos pesada y satisfactoria, con una introducción tribal de percusiones por parte de Fredrik Andersson, un llamado folklórico de las huestes nórdicas; es una especie de continuación de “Pursuit of Vikings” o de “Gods of War Arise”, es además la rola que mantiene una cierta relación con la melodía antes presentada por la banda, en otros álbumes. Sin embargo, el sendero bélico y conceptual de todo el álbum, regresa con “Tattered Banners And Bloody Flags”, rola proveniente del mismísimo inframundo nórdico, y que te transporta a la marcha hacia la guerra de los cadáveres al servicio del traidor Loki, en contra de su propia raza, comenzando el inminente Ragnarök. Pero “No Fear For the Setting Sun” deja aun lado las tendencias más oscuras del estilo musical, y nos lleva a un ritmo más luminoso en batalla, el riff de esta rola es de los mejores del álbum, junto al solo de guitarra, interpretado nuevamente Johan Söderberg, y con la más entusiasta voz de Johan Hegg, en todo el momento. “The Hero” es una rola dramática, que cuenta con la temática de la muerte de un hombre considerado héroe por unos, pero un mercenario por otros, ya el mismo héroe a lo largo de la canción reclama no sentir lástima por él, pues es un hombre que merece su porvenir; lenta, pero brutal, así es la secuencia de esta rola, igualmente de proporciones épicas exacerbadas. “Live For The Kill” es la rola más conmovedora e impresionante, que describe una fuerza imparable, con el bajo dando a todo lo que da, por parte del buen Ted Lundström, y la guitarra de Olli Mikkonen en un riff de entrada muy guitarrero, además de la colaboración de Apocalyptica en las cuerdas, casi al final de la rola, e inmediatamente después del solo de guitarra. Si algunos piensan que la participación de la banda, más bien fresona, de Apocalyptica (para ser sincero, a mí esta banda de cellistas no me gusta mucho pese a que tienen buenas composiciones e interpretaciones), desvirtúa el trabajo de AMON AMARTH en esta rola, están totalmente equivocados, lo que en realidad ocurre es que se realza la canción a un terreno insospechado: no deja de ser salvaje, pero tiene más sentimiento al ser ejecutada. El álbum cierra con broche de oro, toda su épica y mitológica desplegada musicalmente en el terreno extremo, con “Embrace of the Endless Ocean”, que narra la partida de Thor hacia nuevos horizontes bélicos y de aprendizaje, internándose en el basto océano (ciertas reminiscencias a Quetzalcoatl), después de su ocaso en batalla, lo cual resulta ser bastante simbólico mientras un ritmo lento e hipnótico se apodera de nuestros sentidos, ya que la partida de Thor significa su propia muerte y su tránsito a otra vida, justo como cualquier guerrero. El disco no decepciona ni desde el primer momento, ni hasta el último, deja un muy buen sabor después de escucharlo, y lo menos que se puede hacer, es volver a reproducirlo; sus riffs no te abandonan una vez que los escuchas y su temática te envuelve por completo, al escuchar este disco te vuelves partícipe de lo que narra temáticamente, y expresa musicalmente.
Este es el disco que más fácil me ha resultado escucharlo (de los dos en cuestión) y ponerle atención, y cada que lo escucho le encuentro algo verdaderamente nuevo, debido a la sencillez y honestidad de su propuesta y estilo. En efecto, es más variado que anteriores discos, sobre todo por las colaboraciones, muy buenas por cierto, con las que cuenta. Pero esta variedad no suaviza el género y concepto musical de AMON AMARTH, por el contrario, lo refuerza y lo hace aún más potente, brutal y pesado, un verdadero ejemplo de brutalidad heavymetalera en lo que va del año, y dentro del terreno, aún underground del Death Metal en general, y del melódico. Considero además que, en cuestión artística, el álbum posee la mejor portada de todas las de sus anteriores discos, y lo mismo pienso de todo el diseño gráfico y artístico de todo el álbum, el folleto es el que más fotos en vivo tiene, de la banda, en la presentación exclusiva de cada miembro. El DVD extra, con la banda en vivo, desde el festival “Summer Breeze”, de 2007, lo único que hace es encuadrar la potencia que tiene la banda en el escenario, contando con la emblemática ejecución de las mejores rolas de su anterior disco, y con un escenario de lujo con un auténtico drakkar, una empalizada custodiada por vikingos armados y mucho fuego en vivo. Lamentablemente aún no consigo la edición especialísima con memorabilia, pero la verdad aún tengo muchas ganas de poseerla y palparla con mis propios sentidos físicos y espirituales, espero (y más aún, lo decreto) que eso llegue a suceder. Cabe mencionar que las rolas de este álbum, al igual que todas las demás de su repertorio, están compuestas en afinación de B (ya saben, pues, B, E, A, D F#, B), lo cual ha de contrastar con la composición del siguiente disco a tratar.
Para concluir esta parte, recuerdo cómo, después del concierto de AMON AMARTH, el 10 de agosto de 2007, le decía yo a mi novia que después del toquín esperaba ya con ansia un nuevo disco de la banda, porque lo que estos suecos nos hacen a nosotros los fans, es dejarnos siempre con ganas de más, en el buen sentido de la acepción. Aunque también, cuando me enteré de su nueva producción, me pregunté lo siguiente ¿Por qué sacan otro disco, si el anterior es lo bastante bueno como para no dejarnos descansar los oídos por un buen rato? Y rápidamente me imagine la respuesta que daría la banda: “Lo hacemos justamente para eso, para no dejarte descansar los malditos oídos y apoderarnos de todos tus sentidos mientras escuchas nuestra música. No te será, por ello, fácil deshacerte de nosotros”. Este álbum lo considero ya como el tercer mejor disco de AMON AMARTH, en un sentido cronológico, porque está a la altura de los otros dos mejores en toda su carrera. Una verdadera joya, que se estima aún más conforme la vas apreciando día a día, motivo por el cual este álbum cumple verdaderamente con ese apelativo de “nine epics & a song”, a la perfección. Pero, ante ello ¿cuál es la “song” de este álbum si todas son más bien “epics”?

METALLICA, ante todo este despliegue de supremacía heavymetalera, no hace más que resistir pacientemente antes de dar un solo golpe, como analizando la situación para saber cuándo ocasionar una verdadera colisión aniquiladora. Es una verdadera sorpresa que una banda, que marcó sus inicios musicales creando rolas verdaderamente pesadas con una afinación Standard (E, A, D, G, B, E) ahora muy desgastada, pero que al pasar el tiempo, y como motivo de experimentación, hayan probado una afinación más baja (por medio paso, a saber Eb, Ab, Db, Gb, Bb, Eb, para el caso de los Load), e incluso se hayan aventurado con afinaciones al estilo new metal para los menos observadores, pero con un despliegue bastante extremo escondido (la muy oscura afinación en dropped C, o sea C, G, C, F, A, D, para el caso de ST. ANGER) si se tiene en cuenta que es una afinación para el Death metal más pesado. En fin, la sorpresa de este nuevo álbum suyo radica no tanto en la fortaleza de la banda como verdadera comunión de cuatro personajes muy distintos y variados al componer juntos todas las rolas, sino también en la creatividad al máximo que ha engendrado nuevas y excelentes canciones, en el ya muy desgastado tipo Standard de afinación, antes mencionado.
Este disco, según dicen por ahí, resulta ser verdaderamente oscuro, aunque en realidad se trata de un disco más bien potente, no tan lóbrego como se pudiera pensar, pero sí bastante apetecible y temible. Lo que ocurre con esta nueva producción de METALLICA es que se han vuelto a reinventar a sí mismos, y para bien. Producido por Rick Rubin totalmente, el álbum es todo excepto una gran decepción. Si se piensa que con este productor, la dirección musical de la banda gringa cambiaría a terrenos aún más engañosos y newmetaleros (debido, sobre todo, a la fama del productor con discos de new metal como Linkin Park, System of a Down, Slipknot, e incluso Red Hot Chilli Peppers y demás adefesios, que, en general, son las verdaderas decepciones). Lo que en realidad se muestra en este nuevo álbum es que su productor se ha dedicado sólo a eso, a sacarles el mejor sonido sin meter él mismo su cuchara en la creación musical, dejando que la banda se exprese a sí misma con los instrumentos de la forma no sólo en que querían, sino también en que lo necesitaban en demasía. El resultado de todo este desarrollo de recuperación de sí mismo es un disco de verdadero Heavy Metal elevado, aunque muy la estilo de METALLICA.
Ustedes disculparan si me pongo un poco hegeliano, pero la trayectoria de METALLICA, gracias a este “DEATH MAGNETIC”, nos da una perspectiva más abierta acerca del pasado y del presente de la banda, menos prejuiciosa y más apegada a la propuesta misma de la banda, musical y creativamente. Si bien la época inaugurada por el BLACK ALBUM, y seguida por LOAD y RELOAD, mostraba a la banda en su total y suprema alienación, en cierta forma, ST. ANGER demostraba que James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammet, y ¿por qué no? Rob Trujillo, volvían a pisar el terreno de su propio espíritu, como banda legendaria, para recuperarse a sí, en su totalidad, de una manera aún más enriquecida y expresiva que antes. “DEATH MAGNETIC” demuestra la verdad de todo ello, pues ahora muestra los verdaderos resultados de la recuperación de sí hacia un futuro, nuevamente, más prometedor que el que tenían, por ejemplo, ante sí a la salida de “...AND JUSTICE FOR ALL”. Aquí, con su nuevo disco, la banda muestra verdadera maestría al comprobar que aún tienen una capacidad creativa muy fresca y original, producto del nuevo dominio de sí que han logrado y del espíritu de colaboración ganado ya hace algunos años (aunque las líricas sean solamente de James, todas las rolas cuentan en sus créditos con los nombres de todos los cuatro miembros de la banda).

Antes de continuar he de relatar algo curioso acerca de la edición del disco aquí, en México, y en Estados Unidos. El disco que está circulando comúnmente en todo México, es una fea edición con empaque de plástico, nacional (nada personal con lo nacional, por cierto), y que se está dejando a un precio más o menos accesible, por el simple hecho de que su calidad, en tanto disco físico, es bastante mala. El disco que está circulando en Estados Unidos (que es el que yo tengo), es mejor porque fue hecho bajo supervisión directa de la propia banda. Por supuesto que este disco no cuesta dulces, tiene su precio alto, sobre todo aquí en nuestro país, por el hecho de que se encarga a través de las tiendas discográficas oficiales y populares, que roban muchas veces, y te lo venden como importado aprecios verdaderamente ridículos. Sin embargo, creo que para este caso, vale la pena el gasto, ya que el disco en la edición gringa es una pequeña joya. Es, para empezar, en edición digipack, lo cual personaliza aún más un disco. La portada del disco, con el hoyo de una tumba vacía hecha con magnesio, está en relieve, lo que podríamos decir, inverso, como simulando el verdadero hoyo abismal de una fosa. Este relieve se forma con las hojas del folleto con las líricas y la portada misma de todo el disco, las hojas de dicho folleto están cortadas de manera que, cada que vas pasando entre una y otra, te adentra más al hoyo de la tumba de magnesio, hasta llegar a la silueta en forma de ataúd, mientras vas disfrutando de todo el trabajo artístico del disco, con fotos bastante espeluznantes y oscuras, hasta llegar a las fotos de los miembros de la banda, que ahora sí parecen verdadera banda de Heavy Metal. Mientras que la contra portada tiene el listado de rolas, con el nombre del productor, y, ahora sí, el hasta entonces olvidado logotipo de MetallicA, con la M y la A picudas y el nombre del álbum, en negro remarcado (aunque también se encuentra en la portada, junto al título del disco, en color gris, sólo que en una estampa pegada en la bolsa que cubre el disco).
Pero las cosas se complican al tratar de describir la música que conforma este trabajo artístico. Por más que lo pienso, aún no se les aplica el apelativo de épicas, a pesar de que las diez rolas sean de lo mejor de lo mejor entre todo el repertorio de METALLICA, compartiendo ya un lugar junto a las rolas del BLACK ALBUM o del MASTER OF PUPPETS, por ejemplo. Incluso han vuelto a hacer de las suyas al explayarse en cuestión de tiempo con las rolas, que oscilan entre los 5 y los 10 minutos. Los temas de estas rolas, pesadas, destructoras y magistrales, van desde las pesadillas, hasta la soledad, conflictos personales, vidas al máximo, búsquedas constantes, etc. Es decir, que los temas, a pesar de que sí se pueden interpretar como épicos y en cierto modo hasta deslumbrantes, por lo personal de su expresión, carecen de un buen acompañamiento de conceptos filosóficos, por lo menos evidente.
Confieso que la primera vez que lo escuche, capté sólo a la perfección unos cuantos temas, mientras que otras sólo las medio capte o me parecieron, en su momento, muy rebuscadas o menos honestas (por no decir malas), pero que ahora, con un poco más de experiencia y dominio al respecto, puedo comprender mejor y puedo decir, con cierto orgullo, que me gustan más y mejor que antes, y que prefiero por encima de otras rolas o discos de METALLICA, considerados popularmente como éxitos (El disco negro por ejemplo) ¡Si el verdadero éxito está en comprender, en las propias rolas, el desarrollo en el que la banda gringa se ha visto envuelta durante todos estos años! Y la expresión de dichas rolas es bastante loable, tanto para con la banda que las ejecuta como para con el fan que las escucha. Para comenzar ya con el análisis de las rolas tenemos, en primer lugar y abriendo el gran despliegue de fuerza de todo el disco, “That Was Just Your Life” con la introducción de un corazón que comienza a despertar hacia la furia total de la evolución musical de la banda, y que se desarrolla en un ritmo verdaderamente veloz y activo, si bien parece hecha por cualquier banda de Black o Death metal, pero compuesta hora por los propios METALLICA, lo cual le da un matiz algo más propio (en esta y otras rolas más de este disco, bien se puede escuchar una voz gutural cantando en lugar de los rugidos de James, con un poco de imaginación, y se podrán dar cuenta de lo que les digo); con un James Hetfield cantando a viva voz, de manera más elegante y magistral que antes, producto de su gran experiencia (lo cual se refleja a lo largo de todo el disco), y además la batería de Lars Ulrich, que acomoda perfectamente al ritmo (aunque a pesar de ello, es el gran defecto de todo el disco, ya que la batería muchas veces se muestra por debajo del nivel de los demás instrumentos, como queriendo alcanzar la velocidad de los mismos sin lograrlo ¡Si ese Lars debería volver a tomar cursos de batería! O tal vez su edad y sus ganas ya no le dan para tanto), con un bajo, a cargo del buen Rob Trujillo, que resulta ser más pesado de cuantos ha habido en METALLICA (que esta vez sí se escucha y se disfruta a lo largo de todo el disco), y nuevamente solos de guitarra, actualizados y más rápidos que en los últimos años, gracias a la maestría de Kirk Hammet (otro de los grandes aciertos en todo el disco). Le sigue “The End of The Line”, una especie de segunda parte de la “New Song” (llamada, para mayor comodidad, “Set Me Free”) que se disfruta cada vez más cuando se le escucha constantemente, pero que cuenta con ligeras reminiscencias a lo hecho en su anterior producción, de hace cinco años (por ejemplo, la parte previa al verso suena a “Some Kind of Monster”, mientras que la parte de las guitarras, más adelante en la canción, después del coro, suena a “Sweet Amber”), sólo que, podríamos decir, corregida y aumentada. “Broken, Beat & Scarred” es una rola que en un principio me parecía confusa, pero que mientras más la escucho me acerca al concepto musical de la banda en la actualidad, un especie de inicio normal, con una posterior explosión musical que desconcierta a los sentidos, en tanto los encanta. Otra rola, en un principio confusa, pero más agradable y heavymetalera conforme se le va escuchando, es el primer sencillo del álbum, “The Day That Never Comes”, y que se encarga de introducirle a todo el álbum un cierto dramatismo y enternecimiento, comenzando con un ritmo lento que llega al corazón, y que conforme avanza se pone aún más fuerte, rápida y feroz; cuenta además con los mejores solos en conjunto, de James y Kirk; aunque simula ser una mezcla entre “Fade To Black” al inicio, “Bleeding Me” a la mitad, y “One” al final, definitivamente pasa la prueba. Otra de las rolas furiosas del disco, agresiva y tal vez la más brutal, también como para una banda Death o Black, es “All Nightmare Long”, con unos cambios de ritmo inesperados e impresionantes, que demuestra además que la banda aún posee un gran nivel compositivo, y competitivo, en cuanto a rolas fuertes y brutales se refiere, en ella James canta ferozmente como cazando algo (¡A caray! Eso sonó a comercial), mientras que el bajo y los solos de esta rola, colocan a la banda en el trono que habían dejado vacío tiempo atrás. “Cyanide” es una rola en la que impera el bajo por encima de cualquier otro instrumento, dando la pauta para los cambios, para los solos e incluso para la misma voz, tanto esta rola como la anterior, me encantaron desde la primera vez que las escuché, pues son rolas totalmente metaleras, por encima de cualquier estilo o subgénero, dentro del propio Heavy Metal. ¡Pura Metralla Metallica! Aunque el bajón prematuro se hace sentir con una rola que, también en un principio, me parecía bastante confusa, tanto por la letra como por la música, sin embargo, conforme ha pasado el tiempo y la escucho, creo que es mejor que sus dos predecesoras (hasta más que la detestable “Nothing Else Matters”); “The Unforgiven III” con todo y que es una rola lenta y que rompe en cierta forma con la secuencia de ritmos veloces y frenéticos que hasta el momento llevaba el disco, resulta ser verdaderamente épica (¡Ups!, se me salió sin querer la palabra), por el crecimiento del ritmo a mayor velocidad y mayores elementos musicales, incluso en el fondo se puede escuchar una orquestación, de la propia rola. “The Judas Kiss” es una rola que deja con un muy buen sabor de boca (aunque hay una parte de la canción que me recuerda, espero me perdonen por lo que voy a decir, a Garbage en la canción “You Drive Me Crazy”), aunque aquí es donde más muestra la batería el poco nivel que tiene, arriesgando a la rola al intentar estropearla con el ritmo mal marcado y seguido por ese instrumento, afortunadamente, los otros instrumentos y la propia producción lograron levantar la canción; la voz de James me recuerda, en cierta forma, lo hecho por él mismo en los Load (lo bueno de dichos discos, desde luego) dándole más variación al tema. Para poder argumentar con cierta precisión el regreso a sus orígenes, no sólo en cuestión compositiva sino también creativa, la banda ha incluido un tema totalmente instrumental, “Suicide & Redemption”, tema de mayor duración en todo el disco, y que resulta ser un buen experimento de recuperación de elementos pasados, y pesados, con nuevas perspectivas; no posee el nivel de rolas instrumentales como “Orion” o “To Live Is To Die”, pero resulta bastante agradable a los oídos de quienes la escuchan, con cambios de ritmo inesperados y más pesados y veloces cada que avanza en tiempo la rola. El disco termina, redondeando todo este concepto de recuperación de elementos y del retorno a la agresividad y velocidad en las notas desplegadas a lo largo de dicho álbum, con una verdadera oda a la rapidez heavymetalera, “My Apocalypse”, la de menor duración en el disco, pero la más rápida y cañera del mismo, con James tocando y cantando a todo lo que da, junto a Kirk y Rob, y la batería de Lars a más no poder, en un pasaje de ritmos violentos, melódicos y suficientemente cargados de potencia que hacen menear la cabeza violentamente a lo largo de la rola misma. En realidad todo el disco resulta ser un verdadero homenaje al meneo de cabezas, añorado por mucho en una banda como METALLICA, desde los primeros segundos de la primer rola hasta los últimos segundos del último tema del disco. Nada decepcionante y sí muy digno de tener en cuenta por mucho tiempo (espero que no tanto, como el periodo entre este disco y el anterior), que nos deja con ganas de más música de la banda gringa. Y ahora que ya conocemos las rolas de su nuevo álbum, le pregunto al Ares en YouTube ¿De dónde se sacó esas rolas que decía eran las nuevas de METALLICA, y que puso a circular por Internet?

Para terminar, “DEATH MAGNETIC” es, pese a no sobrepasar a los otros dos discos que coloqué como primero y segundo lugar en mi reseña de discos de METALLICA, un excelente álbum, sorprendente, duro, agresivo, furioso (incluso más que ST. ANGER), y muy disfrutable. Por causa de este disco, ahora me arrepiento de haber pensado, alguna vez, en quitar mi póster gigante (cortesía de la Metal Hammer) de James Hetfield, vestido de negro, en el concierto con la sinfónica, con su clásica guitarra que tiene estampado el cráneo de un venado, y un alambre de púas que llega hasta el mástil de la guitarra, y con las púas señala los trastes significativos. Supongo que el póster permanecerá, gracias a este disco suyo, por un largo tiempo en la pared de mi habitación. Y otra cosa más, sí aún no las designo como épicas sino sólo como excelentes rolas (lo cual indica, aunque no lo parezca, una gran diferencia), de acuerdo con lo de “nine epics & a song”, que pretendo demostrar, con METALLICA, por el momento, nos atenemos más bien a algo así como “nine great songs & an epic”, entonces ¿cuál sería entonces la “epic” de todas las “great songs”?

Tampoco pude obtener la famosa “Magnetic Box” no ya porque no se pueda conseguir, sino por su exorbitante precio (que oscila entre los $4, 500 y los $5,000 según se pregunte donde se pregunte), que contiene mucha memorabilia, la mayoría bastante injustificada para mi gusto, y que comprueba el alto precio de la presea. En una foto en Internet pude ver que la famosa caja es, en su diseño, un tanto simple: un ataúd grande totalmente blanco, con el nombre de la banda y el título del disco al frente, pero no pude ver el contenido de la misma; si alguna vez se me presenta la oportunidad y si tengo el suficiente dinero para poder adquirirla, lo haré, créanme, tanto de ésta como de la de AMON AMARTH, y así abrir un nuevo capítulo en esta batalla clásica, de proporciones legendarias, entre ambas bandas, denominado “La Venganza de las Ediciones Especiales”.
A manera de conclusión de este artículo en mi blog, he de decir que, por el momento, me siento demasiado agotado a causa de esta reseñas como para dictar ahora mismo a un verdadero ganador. No tanto por el hecho de que sean bandas de estilos totalmente distintos, o por el hecho de que un disco sea más complejo que el otro, o porque siento también que esta batalla aún no ha terminado, sino que ha comenzado apenas, ni por la cuestión de lo épico, o de lo pesado, ni por alguna otra cosa más al respecto. Necesito pensar aún más en el ganador. Porque, con un análisis afondo como el que he realizado, lo que menos cuadra es una conclusión muy a la sazón, y precipitada. Como he dicho, necesito pensarlo un poco más. Y a pesar de que por el momento no me incline a favor de alguna de las bandas, creo que este movimiento ha sido un buen pretexto para tener en mente a METALLICA y AMON AMARTH, juntos por primera vez, en una especie de celebración heavymetalera entre una banda de antaño aún activa, original y promisoria, y otra con las mismas características, sólo que aún muy joven para los designios musicales de lo subterráneo. Aunque les prometo que pensaré seriamente en la cuestión de la victoria, y dar, por lo menos afines de este año, un ganador no tanto ya de la guerra de bandas, sino sólo tal vez de esta contienda. Por el momento, su opinión es la que cuenta.

Tras el inminente fracaso que les supondría el haber lanzado su disco con la producción realizada en los estudios Sunlight, decidieron entrar nuevamente al estudio Abyss para grabar totalmente, y de nuevo, su primer disco. El resultado fue un sonido más sólido en la grabación de su primer disco ONCE SENT FORM THE GOLDEN HALL, de 1998, que mostraba la ferocidad de su música combinada con el muy original estilo vikingo y las letras del mismo tema. En este primer álbum suenan un poco a Black metal, al estilo de Enslaved, combinado con lo mejor del Death metal de Unleahsed. Para ser su primer realización discográfica, dan muestras de lo que ya tenían en mente que querían realizar con un estilo Death vikingo. Si la parte brutal corre a cargo del estilo Death, la parte melódica de sus canciones se enfoca principalmente en la influencia del estilo Black metal escandinavo. Así pues, tenemos en este disco ocho rolas que conforman lo bien logrado que había resultado la realización de su concepto lírico, acompañado con una potente afinación baja de guitarras que resaltan en cada tema, como efecto de haber trabajado duro , previo a este disco, en sus demos y mini CDs. “Ride For Vengeance” abre este disco, mostrando que poseen ya un buen manejo de riffs poderosos con requintos épicos que hacen que esperes ansiosamente lo siguiente. Le sigue “The Dragons’ Flight Across the Waves”, otra rola épica que sitúa su tema en la batalla a través del mar con los famosos drakkar, o barcos vikingos en forma de dragón. “Without Fear” demuestra la ferocidad del Death por medio de melodías que se presumen más en un estilo Black metal, y que continúa con la temática de la batalla, sólo que ahora enfocada en el afrontar a la muerte mientras se está peleando, rola de la cual resulta emblemático el verso siguiente: “I see without fear my destiny” o “as I die, I hold my sword, my only friend”, que demuestran que la temática (que nunca abandonarán) será la de la batalla y la mitología nórdica. Mientras que, con “Victorious March” tendríamos la continuación y conclusión de la batalla, y el regreso de los guerreros en un desfile en el cual son festejados y muestran su victoria, mientras arrasan, y arrasan no sólo con la batalla, sino también con la explosión si igual del Death melódico que inaugura Amon Amarth con esta rola. “Friend of the Suncross” es otra muestra de lo brutal que llega a ser su estilo con un Death melódico atronador, y una melodía que, podríamos decir, resulta pegajosa para quien la escucha, con esta rola es difícil resistirse a sacudir la cabeza, encantados por el sonido y la emoción. Pero “Abandoned” es un regreso a lo dramático de la temática nórdica, el mantenerse en pie, como el último con vida, en una batalla, desgarrándose en la brutalidad de la angustia y de la melodía más propia de una banda Death brutal, con una voz rayana en el Black metal, en la mayoría de las ocasiones. Luego le sigue “Amon Amarth”, rola inmortalizada ya como la propia intro de cada uno de sus conciertos a manera de arreglo orquestal y de cuerdas, pero en cuanto a la rola, resulta ser la más épica de todas las demás, debido a que mientras comienza con un ritmo lento que augura una futura batalla, te sitúa al mismísimo pie de la Montaña del Destino, esperando por el ejército de Mordor para comenzar una cruenta batalla, a ello se debe que en mitad de la rola, la batalla alcanza su punto culminante con un sampleo de una verdadera batalla, mientras que al final la batalla queda por concluirse con el ascenso del héroe hacia las mismísimas puertas del salón de oro de lo alto del Monte del Destino. Y justamente, “Once Sent From the Golden Hall” le hace perfecta justicia, como continuación y final del disco, a la secuencia de la batalla que parece ser narrada en todo el disco, con un ritmo vertiginoso que anuncia el final, y que ejemplifica a la perfección la propia portada del disco, terminando por demostrarnos que, en efecto, ya en su primer álbum la banda demuestra la maestría y el liderazgo como banda de Death Metal Melódico Vikingo. Sin rolas de relleno, y con mucha descarga de riffs y melodías brutales, disfrutables para el conocedor o para el que necesita de adrenalina en sus oídos.

Su siguiente disco define aún más el sonido ya característico de la banda, y con una alineación más sólida, la ya clásica y conocida por todos hasta la fecha. Aunque con sólo siete canciones (ocho para los afortunados que obtuvieron la versión especial en digipack con un bonus track: “Thor’s Arise”, de sus primeros demos, pero regrabada para aparecer especialmente en este álbum), THE AVENGER, de 1999, demuestra que la banda no pretende cambiar, y por el contrario, desea seguir machacando los oídos de sus seguidores con las rolas brutales y melódicas características de su propia acuñación. Si algo tiene Amon Amarth, en cuestión de composición, es que saben como comenzar una rola, y más aún un disco, con una buena canción que te deja con un deseo de seguir escuchando el disco por toda la eternidad sin parar jamás; al mismo tiempo que saben darle un matiz legendario a la secuencia de cada una de las canciones, sabiendo cuándo y cómo seguir con una rola que realce el sentimiento de batalla o pausándolo con una rola que narra alguna hazaña de algún dios vikingo, y así sucesivamente. Pues este disco es así. Comenzando con “Bleed for Ancient Gods”, a manera de ofrecimiento en batalla a los propios dioses de la guerra, siendo ésta misma tan sagrada para un guerrero como para el mismísimo Thor. Continuando con “The Last With Pagan Blood”, una especie de rola épica que sabe hacer justicia a una batalla de la cual se ha salido victoriosa, narrando algo así como el festejo en Valhalla, después de haber muerto en combate; es además otra rola que suena a una marcha de triunfo, sin que haya algo o alguien que sea capaz de detener al vencedor. “North Sea Storm” continúa con la temática del ensalzamiento del poderío nórdico, una especie de oda a la sangre nórdica y a aquellos que la llevan dentro de sí. Mientras que “Avenger” es otra canción dramática, que ya con las primeras notas está plasmando en imágenes lo que trata de expresar por medio de la letra: el guerrero frente a frente con su enemigo declarado, una rola que nos deja con un sentimiento de que un suceso de proporciones épicas se está desarrollando. Por el contrario “God, His Son & Holy Whore”, es una rola con una abierta tendencia anticristiana, o pagana, el punto de vista de un vikingo que se niega a doblegarse ante la cruz y ante un falso poder mítico que tiene como símbolos de su infamia a la sagrada (¡¿?!) virgen, al hijo de ésta y al padre; la rola se encarga de destruir todas estas falsas creencias. Continuamos con “Metalwrath” la rola más divertida de este álbum y, probablemente, de todo su repertorio, en su letra juega con títulos de otras de sus canciones, mientras que los riffs son de los más brutales en todo el disco. El álbum termina con otra épica, “Legend of a Banished Man”, con la introducción del bajo que te deja con los pelos de punta por la temática de la venganza de un proscrito, y dando por sentado el tema general de todo el álbum mismo. Otro disco más sin rolas de relleno, y con mucha carga de agresividad y originalidad en cada momento de cada una da las rolas del disco.

El tercer disco en su carrera es, tal vez, el más brutal de todos los que han realizado, el más rabioso y agresivo a lo largo de su trayectoria compositora. Ya el mismo título del álbum indica lo que desean hacer, aplastar al oyente con riffs inmisericordes y llenos de pura furia nórdica. THE CRUSHER, del año 2001, llega a ser, además, el disco por el cual los conocería yo cabalmente, es el primer disco que compré de ellos, y que escuché en su totalidad, y que además, me dejó encantado desde el principio hasta el fin. “Bastards of a Lying Breed” inaugura la brutalidad del álbum con la batería sonando aún más poderosa que en los anteriores álbumes, las guitarras, a pesar de contar con la misma afinación que los anteriores discos, y gracias a una nueva producción, son de lo más cortantes y destructoras, con rápidos tiempos y acordes de poder de lo más poderosos (valga la rebuznancia). “Masters of War” es el himno de los amos de las batallas en el escenario, es decir, de ellos mismos, saben lo que hacen no sólo con los instrumentos, sino también con su propia forma de ver el mundo a través de la mitología nórdica. “The Sound of Eight Hooves” es la más brutal de entre todo lo brutal, no sólo por la música, sino también por la letra, es una descarga de furia a través de acordes y líricas, demostrando el odio hacia todo aquello que sea cristiano y adorando al dios de dioses nórdico Odín, que recibe agraciado los sacrificios de misioneros falsos y cobardes. “Risen From the Sea (2000)” es otra rola que fue vuelta a grabar, de sus primeros demos, bastante buena para la temática del disco, aunque rompe un poco con la brutalidad aplastante que había seguido el disco desde las dos primeras rolas. Como dato curioso, es la única rola con tendencias abiertamente satánicas, en todo el repertorio musical de la banda. “As Long As the Raven Flies” es otra rola épica y brutal, un himno a los hombre que pelean en batalla, por toda la eternidad, probablemente es la rola más corta de todo su repertorio, pero eso no le quita poder a su propuesta. “Annihilation of Hammerfest” es la rola que narra una batalla histórica, junto con su continuación “The Fall Through Ginnungagap”, en contra del cristianismo hace casi dos mil años, culminando con “Releasing Surtur’s Fire”, que tiene más que ver con la temática mitológica que con la histórica; las tres rolas son la demostración en secuencia de la brutalidad nórdica más grandilocuente y excelsa que yo jamás en mi vida haya escuchado. El disco termina con un cover, es decir una versión, a Possessed de la rola “Eyes of Horror” que suena mejor aquí que en la original, En este disco, Amon Amarth afianza ya la calidad de banda como Death Metal, dejando atrás las influencias Black de algunos cortes de sus anteriores discos. Sin duda alguna, la brutalidad los acompaña, además de que demuestran que poseen su originalidad y genio creativo al componer sólo las rolas necesarias para hacer de un disco, no sólo uno bueno o grande, sino un disco excelentísimo. Nuevamente, la banda se saca un diez con este disco, dirigiéndose, incesantemente, hacia delante en una progresión extrema musical. Con este álbum, Amon Amarth inaugura lo que yo llamó brutalidad épica, y que no será olvidada para nada en sus siguientes discos hasta la fecha.

Pero hemos llegado ya a la reseña del disco de discos, en la carrera de Amon Amarth, si bien con su anterior trabajo se habían ganado el derecho de la brutalidad épica, con este disco aderezan ésta cualidad añadiéndole la melodía. Resultando con ello un excelente disco de brutalidad melódica épica. VERSUS THE WORLD, del año 2002, demostró que Amon Amarth no soltaba las riendas de su propio poderío, demostró más madurez que muchas otras bandas con temática nórdica, y un obvio y necesario paso hacia delante en su propia carrera, es además el disco por el cual todos o la mayoría los conoce. El concepto filosófico, como producto del desarrollo y la maduración de sus ideas y concepciones, que impera en este álbum es el del guerrero con todo su poder y fuerza de voluntad para arrasar y salir adelante por medio de sus acciones, las cuales son ante todo bélicas (más no militares), demostrando que la concepción vital de la existencia del hombre y de la eternidad vital de la divinidad convergen en el campo de batalla, en sentido ontológico, es decir, en la voluntad de ofrecerse a sí mismo y de realizar a cabo proezas de proporciones gigantescas, por muy inmorales o contrarias que les perezcan a los demás. En este sentido, éste álbum se jacta de ascender a un concepto de la individualidad donde la batalla y el extremismo musical gobiernan por encima de todo, resultando con ello el duelo de todo contra todo y contra sí mismo. El concepto de este disco se puede resumir en la frase filosófica del Arte de la Guerra de Sun Tzu, que dice así: “quien vence a otros es fuerte, pero quien se vence a sí mismo es poderoso”. Es además el álbum que demuestra de forma más potente y destructora el concepto que en ese momento había alcanzado su culminación musical y letrística, y que plasma a demás la forma de ver la vida, nuevamente, a través de la filosofía nórdica (en ese caso, su mirada al mundo dejo de ser sólo reflexiva y se convirtió en filosófica), con las mejores rolas de la banda hasta la fecha. Además cuenta con una de las mejores portadas épicas de todos los tiempos con ese enfrentamiento entre un guerrero y el mundo que intenta doblegarlo, mientras todo sucede entre las llamas y el caos del fin del mundo nórdico, o sea, el Ragnarok, una de mis portadas favoritas. Aún recuerdo la emoción que sentí al adquirir el disco y comprobar que incluía dos discos, uno con las rolas originales e inéditas que conforman el nuevo álbum (en ese entonces) y el segundo disco, como extra y de regalo, que recopilaba su trayectoria musical desde su primer maqueta hasta el último demo previo a la grabación de su primer álbum. Para comenzar con el primer disco, “Death In Fire” demostraba a la perfección en acordes y letra que el concepto que de ellos me había ello, a saber, el de la brutalidad épica, se había perfeccionado, resultando una rola atronadora capaz de hacer saltar de sus asientos a cualquiera. Por otro lado, “For the Stabwounds in our Backs” demostraba que había fusionado la melodía a esa brutalidad épica, haciendo saber que las rolas más brutales y épicas, son mejores si se les añade melodía al más puro estilo Death Metal. “Where Silent Gods Stand Guard”, es de las más épicas entre todo lo épico, con un solo tan conmovedor que te hace viajar a lo más profundo de Escandinavia como siendo un vikingo en batalla. “VS the World” es una rola no sólo para los nórdicos sino también para, como el mismo buen Johan Hegg dice en los conciertos, todo aquel que se haya sentido o se sienta contra todo este mundo impuesto por instituciones y religiones perversas y falsas. ¡No importa cuanto nos golpeen seguiremos peleando, y de pie estaremos siempre contra todo el mundo! “Across the Rainbow Bridge” es una rola un poco más familiar, en el sentido en que se trata de la reunión con la familia en el otro mundo jurando ser siempre un guerrero y no dejarse nunca vencer, en ese caso, la reunión es para demostrar que se ha salido victorioso a lo largo de la vida; además parece ser una especie de balada deathmetalera, que no interrumpe la continuación y la temática de todo el disco sino que, antes bien, la complementa. “Down the Slopes of Death” es otra rola épica brutal y excelente que incita a la marcha hacia la batalla. Pero la mejor de todas es “Thousand Years of Oppression”, por su alto contenido mítico, dramático y emotivo (en el buen sentido de la palabra, no en el sentido emo), narrando la historia de Odín colgado de Yggdrassil, ofreciéndose en sacrificio para adquirir toda la sabiduría de todos los mundos, a través de la apropiación de las runas, demostrando tanto con letras y acordes el poder más dominante y estruendoso del Death Metal que la banda practica, aderezado con mítica y melodía, si ya en sus primeros acordes empieza a plasmar en imágenes la angustia y el desgarrarse del propio dios para ser más sabio, algo que en filosofía no merece pasar desapercibido; esta rola es sin duda, de las mejores entre lo mejor de todo su repertorio. “Bloodshed” se encarga de ensalzar el estruendo de la brutalidad con ese derramamiento de sangre ofrendado a los dioses en batalla. Mientras que “...And Soon the World Will Cease to Be” cierra todo el disco de una manera tan conmovedora y épica rememorando el fin de todos los tiempos para dar paso a un mundo mejor, algo ya anunciado desde la primer rola de este álbum, si ya todos sus acordes demuestran el alto carácter épico y mítico que la banda desea expresar y demostrar a todos sus allegados ¡cómo deseo que una película épica use las rolas de Amon Amarth, sobre todo de este disco, para ambientar sus escenas! Es además, el primero de mis tres discos favoritos, y el primero de los mejores álbumes de entre los mejores, de Amon Amarth.
El segundo disco de este álbum viene a confirmar su maestría en el Death metal, a lo largo de toda su trayectoria, muestra su desenvolvimiento en sus inicios y las influencias que este mismo inicio han dejado marca a lo largo de toda la trayectoria musical de la banda. “Seigreicher Marsch” es el bonus track de todo el álbum, la rola “Victorious March”, cantada en alemán y revitalizada y actualizada para este álbum. Le siguen las rolas de su mini CD “SORROW THROUGOUT THE NINE WORLDS”, con rolas como la que da el título al mini CD, que trata del presagio de la muerte de Balder, épica y mítica en una sola; “The Arrival of the Fimbul Winter”, brutal y estruendosa; “Burning Creation” poderosa; “The Mighty Doors of Speargod’s Hall”, que continúa nuevamente con la mítica vikinga de sus dioses, en especial de Odín; y la mejor de todas las rolas, que retrata nuevamente la angustia y la furia en batalla al quedar de pie sólo, “Under the Greyclouded Sky” Además cuenta con rolas de sus demos primero y segundo, “THOR’S ARISE” y “ARRIVAL OF THE FIMBUL WINTER” respectivamente; el segundo demo cuenta con rolas que se encuentran ya en su mini CD, además de la primer versión de “Without Fear”, mientras que su primer demo contiene otras rolas, inéditas hasta el momento, como “Atrocious Humanity” que es Death metal puro de la vieja escuela, al igual que “Army of Darkness”, en este demo se encuentran además otras conocidas como “Risen From the Sea” y “Thor’s Arise”, junto con un cover a Black Sabbath de la rola “Sabbath Bloody Sabbath”, que es el mejor cover que haya escuchado de esa rola. En suma, este disco extra en el álbum VERSUS THE WORLD enmarca perfectamente la potencialidad de la banda, agresividad extrema con melodía épica y mítica vikinga con la capacidad de encantar a cualquiera que se deje. El disco que le valió a la banda su escalada definitiva a las altas cúspides de lo subterráneo sin tener que caer en la comercialidad, sino que, por el contrario, siguiendo por la brecha marcada por ellos mismos desde sus inicios, y hasta la fecha. El mejor disco en la historia de Amon Amarth, junto con otros más recientes, y previo a su primer tropiezo.

Después de un gran álbum, un excelente disco con las mejores rolas, lo que se puede esperar de una banda en pleno apogeo de su maduración es, ya sea la continuación de ese excelente disco que los ha colocado en la fama underground, o bien la experimentación hacia otros terrenos. Pues Amon Amarth no se conformó con ninguno de ambos, ni se dirigió a ningún punto en específico. Sin embargo, se aventuraron a editar un álbum que parece ser más bien conceptual, con el tema del destino del hombre a cargo de las deidades del tiempo, en la mitología vikinga, las Nornas (famosas más bien por su interpretación griega a través de las Parcas), junto con el manejo que hacen del hombre, en especial del guerrero, cuando se encuentra en batalla o también en la vida diaria cotidiana. Todo ello queda plasmado en la portada del disco. En ese sentido, trata de la tensión entre vida y muerte y de la delgada línea que las separa por medio de los actos humanos y divinos. Filosóficamente, FATE OF NORNS, del año 2004, es un disco con una clara evolución de conceptos y de interpretaciones de la vida. Con ello es bastante claro que la banda había afinado su forma de ver la vida a través de la filosofía nórdica, y eso merecía ser plasmado musicalmente. Si bien en el anterior álbum, el concepto imperante es del guerrero prácticamente invencible, en este álbum, la banda demuestra las penalidades a las que se encuentra inmerso el mismo guerrero y que tiende a padecer como todos los demás. Pero con todo y eso, y bajo el pretexto de que líricamente eran más fuertes, el álbum no demuestra mucho en sentido musical. Sin lugar a mal interpretaciones de cualquier tipo, he de decir que el álbum es bueno, aunque no tanto como al anterior. En este disco parecen haberle bajado de potencia, a pesar de usar el mismo tipo de afinación que en todos sus anteriores discos. Es un álbum oscuro, en el que el guerrero se enfrenta a su muerte y paso macabro a través del inframundo nórdico, el Nifelheim. Pero no es un álbum tanto o más pesado que su predecesor. “An Ancient Sing of Coming Storm” demostraba que las rolas seguían siendo épicas y melódicas, pero ya no brutales, sino sólo pesadas, que trata sobre los momentos previos a una verdadera batalla sangrienta. “Where Death Seems to Dwell” es la rola más oscura de todo el disco pero no es tan brutal como otras, trata sobre lo anteriormente dicho acerca del descenso al inframundo. “The Fate of Norns” es también épica, un clara muestra de buen Death metal melódico y con tintes folklóricos dentro de su música, y con el tema de la pérdida de un ser querido ajeno a la guerra o las batallas. “The Pursuit of Vikings” a penas y deja entrever un poco de brutalidad en sus riffs, a través de la búsqueda de batallas del guerrero, pero ante todo, es más bien la búsqueda de sí mismo. Mientras que “Valkyries Ride” resulta ser la más brutal de todo el disco, pero no de todo su repertorio musical, pero cuenta con el tema de la desventura y el destino de un guerrero. “The Beheading of a King” es una de las mejores rolas del disco, atronadora y potente, que cuenta un relato histórico acerca de la captura de un rey al cual dan por muerto y, luego, en una batalla se dan cuenta que sigue vivo. Por último “Arson” y “Once Sealed in Blood” cuentan una historia en dos partes acerca de la muerta y la venganza para con los enemigos jurados, ambas son duras y valen como un excelente pretexto para mover la cabeza, pero carecen del carácter mítico y emotivo que llega hasta el alma y el corazón y que allí se quedan. Este álbum carece de ese sentimiento, y por ello, resulta ser un álbum más bien flojo; es un disco rudo y oscuro, antes que brutal y ensordecedor, nada pretencioso y más bien pasable. Con decirles con los escucho, a lo mucho, algo así como dos o tres veces al año, y prefiero escuchar algún otro de sus discos. Sin embargo, he de decir que le tengo un especial cariño, ya que lo conseguí en el mismo día y lugar en que Amon Amarth dio su primer concierto en México, en un 13 de Febrero de 2005, con un entusiasmo exacerbado, allá por Tlalnepantla, horas antes de que comenzara su descarga de rolas y me marcaran para siempre en toda mi vida. Cabe mencionar que el disco salió en una edición especial en digipack con un bonus DVD, con un concierto de la banda, edición que hasta la fecha sé, que en México, sólo unos cuantos lograron tener, mientras que los demás nos tuvimos que conformar con la edición sencilla; según Johan Hegg, no nos perdíamos de mucho, aunque yo deseaba (y aún lo hago) tener esa edición.

Pero después de lo malo, viene lo mejor, y en ese sentido Amon Amarth no nos defraudó a ninguno de sus seguidores. Su siguiente disco logró fusionar lo mejor de los anteriores álbumes, abandonando la cuestión de la individualidad o del padecimiento que ello conlleva, para adentrarse más en una perspectiva filosófica propiamente mítica y divina, en la que nuevamente se combina a la perfección lo nórdico con la brutalidad melódica épica. WITH ODEN ON OUR SIDE, de 2006, prometía el regreso triunfal de la banda al sendero que ellos mismos dejaron pendiente en VS THE WORLD, pero recuperando las mejores partes del FATE OF NORNS; contando además con una prolija producción y una capacidad creativa más completa, expresiva y agraciada, que en anteriores álbumes. Este álbum en cuestión, no defraudó a nadie, por el contrario, se abrió más paso en la brecha de la brutalidad, recuperando mucho de sus influencias musicales (como es el caso de Unleashed, Entombed, Six Feet Under, entre otros). Como dije, el concepto filosófico que aquí se aborda, es el de la divinidad, desde la perspectiva nórdica, y más en específico, vikinga. Ahora el guerrero no está totalmente solo, su más alto señor Odín, lo protege y acoge en los momentos de más alta tensión. En ese sentido, Odín es el verdadero protagonista de esta álbum, Él manda desde su salón dorado adornado con lanzas, escudos y espadas, él dirige ahora el destino de sus propias batallas, ha ascendido como el Dios más sabio de todos, y ha decidido seguir peleando por más saber, su voluntad y su poder se enfocan en el saber, y el saber sólo se obtiene en batalla, sólo se es sabio siendo guerrero, y sólo al morir se sabe todo. Así pues “Valhall Awaits Me” es un himno a todos los guerreros que se ofrecen a sí mismos para conformar la sabiduría del dios, mientras se enfrentan entre sí, en la batalla más temible y más deseada de todas. Es además una rola que nuevamente expresa la brutalidad y la mítica junto con la melodía más retumbante tanto en escenario como en batalla. “Runes to My Memory” continúa con la buena racha musical iniciada en el disco, dando por sentado que sólo se adquiere saber a través de la memoria de cada quién en su paso rúnico, es decir, en el sendero de la sabiduría divina, y sin importar que se esté próximo a la muerte, lo que tranquiliza es saber que se ha sido llamado por Odín a permanecer a su lado, en Valhalla. “Asator” es de lo más brutal entre lo brutal, que habla en específico sobre Thor, dios del trueno, demostrando sus influencias musicales como banda. “Hermod’s Ride to Hel – Loke’s Treachery Part 1” es una rola que se encarga de narra una leyenda vikinga acerca de lo que ocurre después de la muerte de Balder, y de las hazañas de Hermod, su hermano, por rescatarlo; en esta rola se mezcla la obscuridad del anterior álbum, con toda la brutalidad posible en una banda Death metal vikinga que además se acompaña de las melodías más heroicas. “Gods of War Arise” es probablemente la rola menos pesada de todo el álbum, y simula ser más bien una segunda parte de “Pursuit of Vikings”, en cuestión musical, sin embargo, letrísticamente hablando, refuerza el concepto filosófico de la divinidad enmarcado en este álbum. Pero “With Oden on Our Side”, la rola que da título al disco, regresa al campo de batalla siguiendo a Oden, que marcha triunfalmente sobre Sleipnir, su caballo de ocho patas, seguido por todos los guerreros que desean congraciarse al lado del Señor de la Guerra. “Cry of the Black Birds” es otra rola que sigue en la temática, podríamos decir, odinista, haciendo referencia a los dos cuervos amigos de Odín, que representan la memoria y el pensamiento, tratando en concreto de cómo ellos mismos guían en batalla al propio Odín y a sus guerreros; esta rola, además, es la más progresiva, musicalmente hablando, de la banda, con la batería saliendo de lo común y mostrando verdadero virtuosismos, de las guitarras, ni se diga, maestría la demuestran de principio a fin. “Under Northern Star” es, en el buen sentido, la canción más hermosa de todas, una especie de balada deathmetalera, aunque distinta y mejor, que la primera (a saber, “Across the Rainbow Bridge”), lenta pero brutal, con un solo de lo más conmovedor y con la voz gutural que no deja descansar a los oídos de quienes escuchan. Para cerrar el disco “Prediction of Warfare”, que nos deja con la sensación de más, no porque sea mala, sino porque es tan buena que nos hace ansiar más, y de esperar a su siguiente disco, es como una especie de anuncio de “continuará...” justo cuando se entra a la mejor parte del momento, pero sin duda alguna, funciona; además, la rola es otra de las más épicas de todo el disco sin abandonar la melodía y la brutalidad, y con el presagio de una inminente batalla espeluznante para el propio Thor, al par que una victoria inminente de los vikingos en una histórica batalla con los islandeses. Este disco es tan perfecto como VS THE WORLD, que es el segundo mejor, de entre los mejores, de toda la discografía de la banda. La clara muestra de que siguen siendo brutales y a la vez melódicos, en cuanto a su música, mientras que elevan su filosofía a la propia épica y mítica de las leyendas vikingas.
Existe una edición especial limitada, aun en circulación, con un CD extra que contiene demos de dos rolas del disco (“With Oden on Our Side” y “Loke’s Treachery Part 1”), que fueron incluidas por la banda para que los fans notaran la diferencia entre la grabación y producción de un disco bien hecho y derecho, y la creación, en bruto, de las rolas; cuenta con cortes en vivo de “Death in Fire” y de “Where Silent Gods Stand Guard”, además de una curiosidad para fans, grabaciones malogradas de la producción de su primer álbum de la rola “Once Sent From the Golden Hall” y un fragmento inédito denominado “Return of the Gods” el cual encuadra perfectamente el concepto de todo el álbum en cuestión.

Para rematar, un comentario acerca de la portada, en ella se ve un relieve antiguo de Odín sobre Sleipnir, además del símbolo de la triada nórdica expresado con el triple triángulo y con las runas resguardando el nombre de la banda y el título del disco. La portada, a pesar de su simplicidad, resulta bastante simbólica por todo ello: las runas simbolizan el saber sabido y adquirido, el relieve de Odín representan la divinidad de este saber y su propio contenido, y el nombre, también en relieve, de Amon Amarth representa a la banda como los emisarios de esta sabiduría; sin embargo, yo conocía que el triple triángulo triádico de la divinidad nórdica era representado con los picos hacia arriba, haciendo mención con ellos que se ascendía al cielo por medio de la sabiduría, pero lo que en la portada se representa con el triple triángulo es ambiguo. Por un lado, y desde un punto de vista cristiano (o anticristiano), se puede pensar que por estar el triple triángulo hacia abajo, significa su adhesión al demonio y a lo satánico, contrario al triángulo ascendente que representaría al dios judeo - cristiano. Pero por otro lado, y desde un punto de vista más bien filosófico y pagano, quiere decir que toda esta sabiduría, una vez que ha subido a los altos cielos del Valhalla, esta vez desciende a cargo de la personalidad de Odín para ser esparcida como buena nueva en todos los que son sus guerreros. Con este significado tenemos una verdadera continuación y seriedad en toda su discografía, en lugar de andar pensando otras cosas que creo que no van y son más bien forzadas. A final de cuentas, sólo la banda sabe los verdaderos motivos de su decisión en cuanto al triple triángulo invertido, y usted, amable lector, puede elegir entre el significado que más le agrade. Y por último, también le tengo especial cariño y lo considero como el segundo mejor en su carrera, tanto por el buen trabajo de la banda como por el hecho, ya personal de mi parte, de que este disco me lo regaló mi hermosa y amada novia, Marlene, el 14 de febrero de 2007.