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Pero Above, desde su inicio con la super pesadísima rola blackmetalera “Under One Flag”, te destruye los tímpanos con su rapidísimo ritmo de batería (bien que sea programada) afiliado a los mega distorsionados acordes de bajo y guitarra, resultando ser la rola, un genuino cántico de batalla. Una insuperable “Virtual War” nos demuestra el alto nivel musical de las guitarras de Vorph y Mak, en donde (al igual que en todo el álbum) se prefiere esta vez que suenen las guitarras a todo galope por encima de los teclados mismos; otra rola belicosa, por cierto. La casi blasfema “Polygames” nos demuestra lo mejor del bajo en este momento de su carrera, ya que el buen Mas, con una técnica vistuosísima, ha logrado la perfección en su instrumento y en las rolas del disco, además de ser la una rola con uno de los riffs más pegadizos de todo el álbum, debido a su ritmo recargado. Con “Earth Country” parecieran ser los Samael de antaño en cuanto a la temática lírica, si bien las guitarras, nuevamente, opacan el ya desgastado sintetizador, sustituyendo las maquinitas con verdaderos acordes de poder, y casi audible, aunque presente, es la programación electrónica épica, en la que Xy nos hace levantarnos y alzar la mano con el corazón en ella. La excelsa “Illumination” nos enseña que Vorph deja ya de entonar rolitas estilo dance, para ponerse a gritar sin ton ni son, en una explosión consonante de ritmos violentos con gritos de magnanimidad hacia la luz de la verdad (“¡La imaginación no puede ser detenida, / pues es más rápida que la luz que se alcanza al tope. / Es coordinación de pensamiento y voluntad”, mencionan unos versos de esta impactante rola) Pero el éxtasis se alcanza con “Black Hole”, rola perfecta en todos los sentidos, los gritos chirriantes de la voz con las guitarras y la batería a velocidades increíbles elevan espiritualmente a cualquiera en busca del resplandor musical (como lo menciona en los siguientes versos: “He estado esperando toda mi vida por que esto llegara / Este novísimo mundo es donde yo quiero vivir”, al igual que nosotros habíamos esperado un album así de Samael); en tanto que a mitad de la canción el teclado hace su aparición con una especie de lead, al par que la guitarra, de lo más épico y victorioso. Si a estas alturas y durante estas rola, no estás meneando la cabeza emocionado de la vehemencia musical gloriosa del álbum, entonces revísate las orejas o date un tiro en la cabeza, de plano. Pese a que “In There” recuerda a los Samael inmediatos a su anterior álbum, la rola no carece de las características generales de todo el álbum, aún siendo una rola un tanto más calmada que las demás. Un riff bastante blackmetalero se deja admirar en todo su esplendor en la polifacética “Dark Side”, nuevamente, la batería causa estragos de velocidad impía, la voz estridente aturde, y el ritmo de guitarras y bajo al unísono magnetizan a cualquiera encantado con la impresionante demostración melódica de este álbum. “God’s Snake” es otra rola serena, aunque bastante pesada, pues las guitarras aún resuenan en mi cabeza, y la batería veloz aún me hace alucinar, incluso mientras duermo y estoy soñando. La última rola oficial del álbum, “On The Top Of It All”, se encarga de cerrar el álbum con broche de oro, por medio de un introductorio sonido ancestral dominante, que abre paso a otro riff super rápido y super pesado, con solos de guitarra magníficos, una letra retumbante y un nivel refulgente de bajo y programación electrónica. Si bien Samael se habían encargado, hasta el momento, de mostrarnos en este álbum una especie de Black Metal con toques industriales, el bonus track pareciera ser todo lo contrario (disponible sólo en la edición en digipack, mexicana, del álbum), una remezcla de “Black Hole” simula un Industrial Metal con toques blackmetaleros.