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Metallica: un breve repaso a su trayectoria. Parte 3

by Lord Teoretic on Nov.22, 2009, under


Parte 3 : Discografía de Metallica desde el peor hasta el mejor álbum.

Para analizar su discografía será necesario hacerlo de una manera distinta y un tanto peculiar. Habrá que empezar por el menos brillante en su carrera hasta culminar con la obra maestra de la composición dentro del Heavy Metal renovado por Metallica mismo. Esto lo hago con el propósito de comprender más de cerca lo que acontece con Metallica desde la perspectiva musical y compositora que se ha expresado a través de cada una de sus canciones, de la manera en que sea, por parte de ellos mismo.

Pero antes será necesario analizar aquí dos discos esenciales en la carrera de la banda, pero que creativamente no nos dicen muchos, sin embargo, han servido para acrecentar la fama y la gloria de la banda, en tiempos actuales.

Primeramente, GARAGE INC., de 1998, sirvió como contra – respuesta a las malas reacciones de los fans por parte de los discos “Loads”. El valor de este disco es incomparable debido a que contiene covers, o versiones, que Metallica realizó como tributo a varias bandas que sirvieron de influencia para su sonido y género. Abarca la trayectoria musical de Metallica desde 1986 hasta el año 1999, o sea, trece años en los que Metallica no sólo ha creado una vertiente en la música, sino que también se ha mostrado como admiradora de elementos en su historia que los han llevado a ser a ellos mismos sus propias vertientes o raíces. Además, fue un disco que sirvió para mantener a Metallica en boca de los medios y de los fanáticos, para que no olvidaran a la banda, tras su estrepitoso fracaso musical y comercial que representaron los años 96 y 97. El disco es bueno para muchos y malos para otros, y para algunos más sólo un pretexto más para agregar ceros a sus cuentas; pero a pesar de todo, el disco contó con cierto éxito que supero, por lo menos, el anterior fracaso. Y por si fuera poco, hace recordar a los antiguos fans de Metallica, que a pesar de todo siguen siendo pesados, siguen siendo un sendero difícil de abandonar, a causa de sus propias influencias musicales. Mientras que a los fans más recientes los hace sentir un poco de la potencia que Metallica había abandonado durante sus años “fresas” o más suaves.

Por otro lado, se aventuraron nuevamente a realizar otro experimento que tenían en mente desde hace tiempo: tocar junto a una orquesta sinfónica, o como James expresó de una forma aún más correcta, que una orquesta sinfónica tocara con Metallica varios de los propios temas de la banda, para darles un sabor más rítmico, original y actual. Tales conciertos se llevaron a cabo los días 22 y 23 de abril de 1999, teniendo como director de orquesta a Michael Kamen, quien realizó los arreglos para las rolas elegidas tanto por el director como por la propia banda. El resultado fue “un encuentro entre ambos mundos”, mientras que muchos músicos clásicos profesionales parecían tocar junto a Metallica sólo por compromiso y a regañadientes, otros realmente disfrutaban del experimento. Dos días de un gran experimento exitoso (y uno más en Alemania, en donde se llevo otro concierto a cabo, con el mismo concepto, el 19 de noviembre del mismo año), en el que tocaron muchos éxitos de la banda, tanto del pasado como del presente inmediato en el que vivía la banda, en ese entonces. Temas como “Battery”, “Masters of Puppets”, “For Whom the Bell Tolls” (que es la mejor versión en vivo que he escuchado de esta canción), “One” (lo mismo que con la anterior rola, de las mejores del concierto y del disco), la hasta el momento inédita en vivo “The Call of Ktulu” (aunque yo hubiera preferido “Orion”) y “The Thing That Should Not Be” , todas ellas de sus años mozos y más pesados, llegaron a revestirse nuevamente con furia y destreza, mientras que magistralmente eran acompañados sus acordes con arreglos orquestales que les cuadraban a la perfección; la fiestera “Enter Sandman”, la pesada “Sad But True” y la muy coreada “Wherever I May Roam” también resultaron tener muy buenos efectos en el público y fans; mientras que la melosa y medio sangrona “Nothing Else Matters” parecía unir más a la banda y la orquesta, y “Of Wolf And Man” sonaba aún más pesada que en cualquier otra versión, todas ellas del disco negro; de los “Loads” se aventuraron a tocar, con muy buenos resultados “The Memory Remains”, muy coreada también, “Fuel”, muy explosiva, “Devil’s Dance” aún más pesada que la original, y la también inédita “The Outlaw Thorn”; pero otras rolas de los mismos discos del 96 y 97 sonaban algo aburridas y medio simplonas, como “Hero of the Day”, “Bleeding Me” y “Until it Sleeps”; y otras dos rolas, inéditas hasta entonces, que sonaban nuevamente a verdaderos aciertos o retornos a la potencia musical olvidada, pero con nuevos elementos melódicos fusionados con la orquesta sinfónica, tales rolas son “No Leaf Clover” y “- Human”. Para que nadie se perdiera de esta magno evento, Metallica sacó a la venta un disco doble del concierto y un video DVD del mismo para goce de los fans alrededor del mundo, teniendo por nombre, simple y sencillamente "S & M” (que significaría algo así como “Symphonic & Metal” o “Symphonica & Metallica”, debido a la “S” en clave de sol, y a la “M” picuda de los buenos momentos de Metallica). La banda realizó grandes esfuerzos por fusionar todos los elementos musicales que se habían desplegado en dichos conciertos, y aunque al final lograron su cometido, no faltó el estirado que no quiso participar festivamente junto a Metallica.

Después de este pequeño entremés, empecemos, ahora sí, por el peor disco de su vida. Siempre he pensado que un mal disco es aquel que contiene una o dos rolas medio buenas o pegadizas, y todas las demás, o por lo menos la mitad del disco, son de relleno. Pues así es LOAD, que vio la luz en el año 1996 y que suscitaba el regreso de un Metallica inmediatamente posterior al hito mundial en su larga carrera, el disco negro, lo que muchos esperaban del disco era el regreso de un Metallica maduro pero con elementos nuevos para un thrash más pesado y envolvente que lo ocurrido en los dos anteriores discos. Pero lo que ocurrió fue todo lo contrario. El disco esta plagado de canciones insípidas y de relleno, totalmente alejadas del Metal en general, y rayanas en lo hard, y en el rocanrolito gringo popero y de moda de aquellas fechas. El disco es, salvo dos o tres canciones (que para mi gusto son “King Nothing”, “The Outlaw Turn”, y en cierta forma “Ain’t My Bitch” y “The Hose Jack Built”), un insulto no sólo al Metal sino también a la capacidad de composición musical que, en su conjunto posee Metallica. Por ejemplo, “2X4”, ¿qué diablos significa esa canción? ¿O qué me dicen de las aburridas canciones de cuna de “Bleeding Me” y “Hero of The Day”? “Mama Said”, con todo y que está dedicada a su madre de James también es una canción para dormir. “Until Sleeps” no me sugiere nada, ni un solo sentimiento bueno, a pesar de que el video, y sólo él sea muy bueno. “cure”, “Poor Twisted Me” y “Wasting My Hate” son metal malísimo, o hard rock insípido, como para mandar al diablo a todos los integrantes de la banda. “ Thorn Within” es vulgar, y “Ronnie” es otra de esas historias, que sólo ellos mismos saben de qué va. En fin pura basura. Este disco, compuesto en su mayoría sólo por Hetfield y Ulrich, y contando con pequeñas colaboraciones de Kirk Hammet (sólo en los solos), dio como resultado la decepción de casi todos los fans, do ya de Metallica, sino del Heavy Metal en general a través de la banda. Las peores canciones, estilo grunge y punk que parecía más bien de una banda estilo Creed o Staind, Incluso las rolas que intentaron ser baladas con un estilo propio, sonaban como malas canciones de Eric Clapton. Por este disco muchos de los fans del Heavy Metal en general, también se la refrescamos, es decir, se la dedicamos, a la madrecita del James, y también a la de Lars.

Seguimos con otro álbum, igualmente no muy brillante, aunque no tan malo como el anterior. RIDE THE LIGHTNING, de 1984, significaba, para un ochentero Metallica, el acoplamiento y el encuentro del sonido característico que la banda llevo e incluso debió haber conservado (aunque con más o menos arreglos musicales). Este disco de 1984 no es realmente malo, lo que pasa es que se convirtió en olvidable principalmente por su sucesor. Además continúa poseyendo rolas de relleno, como “Trapped Under Ice”, “Escape”, la medio chafa “Fade to Black”, e incluso “For Whom The Bell Tolls” suena mejor en vivo que en el propio álbum de estudio. Cuatro canciones de las ocho que conforman este disco, las demás canciones son verdaderamente buenas, pero a mi juicio, el disco pasa desapercibido sólo porque la mitad de sus canciones no lo son tanto, ya que la composición del disco arrastraba al propio Mustaine, mientras que Hammet sólo aparecer en los créditos porque había realizado los solos. Aunque en todas las 8 se nota ya el germen de lo que Metallica quería ofrecer musicalmente de manera original, apartándose, es decir, adelantándose por mucho, no sólo de la categoría de thrash, sino de todo el rock y el metal que hasta entonces había. Por ejemplo “Fight Fire With Fire”, que es de las mejores y de mis favoritas, “Ride The Lightning” con la parte del solo que más me emociona de toda la rola, la obra maestra del metal extremo instrumental “The Call of Ktulu”, la punkarra y mitológica “Creepng Death”, que es la favorita de Phil Anselmo. Hay que destacar que, en una decisión bastante errónea desde mi gusto, la Metal Hammer consideró a este disco como el segundo mejor álbum de lo más pesado y extremo del underground, por encima del primer lugar ocupado por Slayer, debido a que era un disco seminal, más que el verdadero Metallica en todo su apogeo.

El siguiente en la lista es, aunque a mí no me guste, la continuación de su peor álbum, motivo por el cual también fue menospreciado, ya que arrastraba con la mala fama de su predecesor al par que simulaba ser una continuación del mismo, más que una verdadera recarga al género que en ese entonces Metallica inauguraba con mucha furia: el hard rock. RE-LOAD vio la luz en 1997, con una propuesta más pesada que el anterior álbum, motivo por el cual no salió como un “Disco 2” de la edición que planeaba sacar Metallica de éste álbum con el anterior en el 96, pero que por arreglos y nuevas composiciones tuvieron que ser independientes entre sí, aparentemente. El disco que aquí analizamos es bueno en muchos sentidos, y a pesar de todo no es malo, pero es mediocre también en muchos otros sentidos (incluso Megadeth, su banda rival, se aventuraba a editar un disco que sonaba a una copia al carbón de este álbum, sólo por querer igualarse con ella). Cuenta, eso sí, con las mejores rolas que hayan escrito Hetfield y Ulrich como dúo, y sólo eso, ya que las participaciones de Hammet y de Newsted se reducen al mínimo, y son más bien como colaboradores que como verdaderos compositores. Las rolas que aquí figuran son el fruto de años de conocerse entre Lars y James y son también la expresión más clara de su propia maduración como dúo, más que como un verdadero grupo. Algunos ejemplos son “The Memory Remains”, con el mejor video de Metallica en su historia y con la participación de Marianne Faithfull, buena para unos, mala para otros; “Devil’s Dance” contiene un buen heavy metal resonando “entre paréntesis”, o sea como que no quieriendo salir y siendo contenido sólo como una referencia pero dando señales de que siguen siendo pesados en su música; “Fixxxer” es como una especie de doom melódico, oscuro y mágico que culmina con la liberación o catarsis musical de los miembros; “Carpe Diem Baby” de las más emocionantes por se una de las canciones con más sentido y sentimiento de ésta álbum (motivo por el cual mi banda se iba llamar Carpe Diem, hasta que me ganaron el nombre) , “Where The Wild Things Are” otra rolas con guiños de verdadero metal y bastante épica fusionando lo acústico con loa distorsión de manera mejor lograda que el “Disco Negro”; “Fuel”, más hardrockera que metalera, pero de las favoritas del propio James, e incluso la mejor lograda “Low Man’s Lyric” con un sincero James cantándole a una mujer (pues eso es lo que yo supongo) que por favor, lo recuerde, ah no, que lo perdone. Todas las demás canciones son de relleno e incluso malas para el propósito de recargarse de buenas vibras y ritmos, del disco en cuestión (como “Unforgiven II”, que, a pesar de todo, es de las que más me gustan, al igual que “Better than You” que podríamos considerar como la segunda parte de “Holier than Thou” y mejor lograda que ésta; pero de las más chafas que tenemos están “Slither” y “Bad Seed” que debieron quedarse en el Load para tener de las mejores de aquél en este disco, además está “Prince Charming”, disfrutable, pero que se olvida rapidamente, y la que suena más bien a rola de anime o manga japonés, “Attitude”). Resulta que sus canciones son más pesadas que las del anterior, pero a la vez son más frágiles, ya que contaban con la desaprobación de los fans desde el disco anterior, motivo por el cual fueron más bien soslayadas. En realidad ese fue su problema, nadie le hizo verdadero caso a este disco (por eso se precipitaron en sacar el “Garage Inc.”, para que Metallica no fuera olvidado por el público debido al desinterés que produjeron Load y Reload consecutivamente). Cabe mencionar que yo conocí a Metallica por este disco, que además fue el primero que conseguí (tanto en cassette como en cd), de la banda, motivo por el cual le tengo un especial cariño.

El siguiente disco a tratar es otro de los discos que menos me gustan, sin embargo, merece este lugar ya que es el disco de mayor trascendencia comercial en toda su carrera discográfica. En 1991 surge METALLICA, mejor conocido como “Black Album”, o “El Disco Negro” en español, es otro mal disco para Metallica en sentido musical pues representa el abandono a medias de sus verdaderas raíces pesadas y underground del género Heavy Metal, motivo por el cual es un disco más bien mediocre, que se encuentra entre la delgada línea que separa al Hard Rock del Heavy Metal (los cuales, dicho sea de paso, son radicalmente distintos y nada tienen que ver el uno con el otro, excepto tal vez por el abandono de un género a otro, como es el caso de Metallica). Es el primero, además con el polémico y muy rock - popero Bob Rock, el cual los condujo de la mano hacia el estrellato popular en todo el mundo. Pero a pesar de lo malo en cuanto a lo musical se refiere, es un buen disco debido al éxito del acercamiento de fans de MTV que de la propia banda. A este disco se debe que haya fans del Hard Rock a través de alguna banda, como es el caso de Metallica. Este disco no es para fans de Metallica, es más bien un disco para fans del hard rock y de la época de los noventa que veía nacer a géneros bastante heterogéneos y simples como el grunge y el pop – rock, hasta el nuevo punk que escuchamos en nuestros días, con bandas que fueron el aborto directo de este disco. Contrario a lo que muchos puedan pensar al respecto, este disco también peca de tener rolas de relleno en el listado de canciones íntegro del mismo. Rolas como “Enter Sandman” o “Sad But True” e incluso “The God That Failed” o “Of Wolf and Man” que le daban a este disco variedad y poder entre lo pesado de su repertorio musical de Metallica, contratan con otras rolas menos brillantes y simplonas compuestas nada más y nada menos, que por el entonces inmaduro dúo metallico Hetfield y Ulrich. Así, desfilan ante nuestros oídos, y muy a nuestro pesar, rolas como “Holier Than Thou” (que ¿de qué diablos habla en realidad esta canción, cuál es su tema?), “Dont’ Tread On Me” (con un riff de flojera), “Through the Never” (igualmente con un tema lírico que sólo James sabe de que trata en verdad), “My Friend of Misery” (que de plano escuchas que empieza y le adelantas a la siguiente), y “The Struggle Within” (que lo único rescatable de esta rola es el solo de Hammet, aunque compuesto por Hetfield). Todas esas rolas fueron compuestas, adivinaron, por Hetfield y Ulrich, y muestran en efecto, lo poco que se conocen, para componer rolas, entre los dos; mientras que el disco entero muestra el total desconocimiento por Bob Rock de Metallca, ateniéndose a duras jornadas de grabación, con la insoportable presencia de Lars y con las mudas participaciones de Hammet y de Newsted, mientras que se acompañan de un Hetfield sumiso ante las ocurrencias del baterista. Hay otras rolas que de plano son sólo mediocres, es decir ni malas ni buenas, como "Nothing else Matters" (a la que odio con todo mi corazón por lo suave y ramplona que es, pero que, a pesar de todo, coreo y disfruto cuando la escucho), “The Unforgiven” y “Wherever I May Roam”. Dicen por ahí que “Enter Sandman” reinventó el metal, pero lo que en realidad ocurre es que fabricó el hard rock, y muy equivocadamente los gringos dieron por llamar a eso “metal”. Pero para mí la verdad, este disco suena, ahora, a viejo, muy pasado de moda, será por la producción o por la composición o por lo que sea, pero este disco suena a los 90 que deben quedarse en el olvido pues los 90 fueron años gobernados por las modas pasajeras, y este disco no se escapa de ello.

Pero después de lo malo, viene lo mejor. Y ahora nos quedan por ver los mejores discos, desde mi punto de vista, de Metallica.

Comenzando retrospectivamente, tenemos el disco más duro pero también el más confuso, ya que tanta dureza produjo un desequilibrio en el verdadero sonido y en la música y composición del grupo. Y ya en 1989 Metallica se sentía furioso, al expresarlo con su lanzamiento para ese año: ...AND JUSTICE FOR ALL es el disco enojado con todos y todo por la muerte de Cliff Burton, es el disco de la desesperación, del caos, de la muerte y del obscurecimiento de las vidas de los integrantes que restaban a la primer formación clásica de Metallica. Debido a que querían desahogarse de la muerte de su amigo, los tres elementos restantes sonaban tan duro y rápido, tan estrepitoso y poderoso, que no dieron oportunidad a que un nuevo y feliz integrante, Jason Newsted pudiera darnos cuenta de lo que estaba hecho, tal es el punto que incluso el bajo es dificilísimo de escuchar en este disco, debido a la furia de los otros integrantes. Con todo, este es primer disco que proclama a la furia como algo muy propio y característico de Metallica. De las nueve rolas de su listado, sólo una suena a relleno de pavo: “Eye of The Beholder”. Por otro lado, “One” es el número uno de las mejores rolas de este disco, seguida por la furiosa “Blackened”, la magistral “...And Justice For All”, mi favorita de este disco “Harvester of Sorrow”, y la última y más rabiosa “Dyers Eve”. El resto de las rolas son tan impresionantes que sofocan antes de darnos la oportunidad de saborearlas con gusto. “The Shortest Straw” suena a que hemos caído en un vórtice de confusión, o más comprensiblemente, a un baile de slam de un concierto de Metallica, del cual es imposible salir, y tenemos que soportar toda clase de golpes mientras pasan a “The Frayed Ens of Sanity” para quedar totalmente locos. Sin embargo, un poco de descanso de la madriza de su sonido lo encontramos con “To Live is To Die” en la que sí podemos saborear momento a momento cada una de las notas que conforman la canción. En cuestión de composición, nada nuevo bajo el sol, incluso Newsted sólo aparece en los créditos de una rola, mientras que Hammet solo le hace al segundo, o al extra que se queda en la banca. Este es, para concluir, uno de los mejores discos de Metallica, superado sólo por un sencillo pero muy importante y primordial elemento, el del espíritu de la colaboración.

Nuestro siguiente álbum a tratar es, a mi juicio, el más polémico, más incluso que el Disco Negro, ya que en él se conjugan un sinfín de acontecimientos que hicieron de su salida un contexto de expectativa y duda, debido a lo que le había ocurrido a la banda en las inmediaciones de su trayectoria. ST. ANGER, del 2003, supera a todos los demás discos sólo por el espíritu de colaboración de los cuatro elementos que en él jugaron un papel muy importante: Hetfield, Ulrich, Hammet y Bob Rock; necesaria era la participación de este último para facilitar su adiós de la trayectoria de Metallica (aunque sólo sea momentánea su salida, según la banda misma ha declarado). El contexto del disco no podía ser mejor y más interesante que el de otros discos. Mientras que en el Disco Negro la gente los apoyaba ciegamente, en éste los fans sólo rezaban por que Metallica no tuviera un desatino en su carrera. Mientras que en el “...And Justice...” la furia está totalmente reprimida, en este disco se encuentra exacerbada, aunque para bien, según James y compañía habían informado, además de que en el disco del 89 el bajista había sido reemplazado, en ST. ANGER el bajo corre a cargo que del productor del disco. A todo esto le agregamos la casi muerte y resurrección de la banda, la bronca con Napster, la solución de la bronca de la salida del igualmente soslayable Newsted, la bronca del alcoholismo de James, la bronca de la inaguantable presencia de Ulrich (bueno este es un problema que siempre ha aquejado y aquejará a Metallica, de eso estoy seguro), la bronca del psicólogo Phil Towle, el rompimiento y la posterior reconciliación, en cuestión de composición, por parte de Hetfield y Ulrich, con la iniciación o introducción cabal de Hammet en ese aspecto, y del apoyo incondicional de Bob Rock. En fin, puras broncas que, a pesar de su dificultad, fueron superadas por la banda. Gracias a este álbum nos damos cuenta que Bob Rock sólo trata de ayudar a y en la banda, no es el malo de la historia, sino sólo es un peldaño en la creación y en el desenvolvimiento de su propia trayectoria; nos damos cuenta además que sí había tenido mucho que ver en la composición desde el Disco Negro hasta éste, pero que lo hacía sólo para, o bien complacer positivamente a la banda, o bien para tratar de obtener un buen sonido y un buen álbum. Contrario a la que la mayoría pensó de este álbum, es en efecto, de los mejores en su trayectoria, pues significó (al igual que todos y cada uno de los discos de Metallica) un nuevo cambio de estilo musical que, créanme por favor, los reintroducía nuevamente en sus verdaderas raíces metaleras. Probablemente el disco no lo refleje, pero la actitud heavy ya está ahí queriendo salir, y en efecto, saliendo aunque torpemente, por lo que no fue bien captada esa furia por los fans. De acuerdo, este disco también posee rolas de relleno, como “Dirty Window” la cual disfrutas en un principio pero después ya ni le haces caso, “My World” a la que le ocurre lo mismo, “Some Kind of Monster” que a veces llega a aburrir y “Purify” que saca de onda con ese extraño ritmo que lleva. Pero el resto de las canciones son metralla pura. “Frantic” es excelentísima, “St. Anger” con todo y que digan que suena a new metal, en realidad es una de las propuestas más honestas de la banda para este disco, “Shoot Me Again” y “Sweet Amber” son igualmente metal contenido pero expresado, “The Unnamed Feeling” suena más hardrockera pero también se disfruta. Pero nadie va a negar, y el que lo haga es u completo idiota, que las mejores rolas del disco son “Invisible Kid” y “All Within My Hands”, verdaderamente pesadas, rápidas, furiosas, y que dejaban más bien al heavy metal expresarse a través de sus instrumentos, que a ellos mismos; incluso el tipo de afinaciones para guitarra que usaron para componerlas se acerca, y acerca a las rolas mismas, a géneros como el Death melódico o al progresivo. En este álbum no hay nada de new metal sólo hay, como lo he dicho antes un cambio de estilo, para bien, propio y característico de la historia de Metallica. Sólo por ello el disco es mejor que el “...And Justice”. Y quien opine lo contrario, a las pruebas me remito.

Casi terminamos en esta lista y análisis de los discos de Metallica, del peor al mejor, y llegamos a un verdadero clásico en el segundo lugar. Aunque hecho a las carreras y con un sonido ochentero, o sea, muy viejo, el disco muestra lo que podía, en su momento, mostrar la banda, y expresar a través del género, del thrash más en específico. KILL’EM ALL, de 1983, representa el clásico de clásicos para el fan del thrash, pero no para el fan de Metallica. En materia de composición, resulta ser tan precipitado como el proceso de su creación, motivo por el cual figuran entre los créditos antiguos miembros que fueron corridos por el dúo dinámico y naciente para esos tiempos. La influencia del punk se nota claramente en “Hit the Lights”. “Whiplash” y “Metal Militia”, mientras que ya se puede percibir la originalidad naciente que la banda habría de demostrar en años posteriores, en rolas como “The Four Horsemen”, “No Remorse” y “Seek & Destroy”, esta última la mejor del disco, seguida por “Anesthesia (Pulling Teeth)” compuesta e interpretada por el cadavérico Cliff Burton, en una sola toma, sin interrupciones ni equivocaciones. Otras rolas thrasheras muy buenas, pero que no pasarían a más en posteriores épocas son “Motorbreath”, “Phantom Lord” y “Jump in the Fire”. Este es, además, el primer disco que, asombrosamente, no contiene rolas de relleno, y gracias a ello resulta ser su primer gran logro en su ya larga trayectoria, y el segundo mejor disco de Metallica.


Pero hemos llegado ya al número uno, el mejor disco en la carrera de Metallica, y el mejor álbum en toda la historia de l Heavy Metal, el disco por el cual yo sí escribiría una tesis de 500 páginas o más; el disco que sigue sonando tan actual dentro del underground metálico, y metallico, que merece ser reconocido por todos en el mundo. El disco que, impresionante y excelentemente, carece de rolas de relleno y en el que todas las canciones se disfrutan y al llegar el final del disco, simplemente lo vuelves a iniciar. El disco es perfecto desde la primera nota de la primer rola, hasta la última nota de la última rola. Este disco lleva consigo también el espíritu de colaboración en su composición, aunque sea solo en algunos momentos ¿Cómo evadir que la mejor rola del disco, la que le da el nombre al mismo, y la que los hará inmortales por toda la eternidad en el ámbito musical, haya sido compuesta por los cuatro componentes de la primer alineación clásica de la banda? ¿O cómo olvidar que la rola instrumental del disco haya sido escrita por el único genio musical que ha transitado en la vida de Metallica, Cliff Burton, junto con el dúo Hetfield y Ulrich?

¿O cómo olvidar esa portada clásica en un rojo sangre con cruces y el logotipo de la banda en el cielo, gigante, que anuncia fielmente que algo inesperado, pero excelso e impresionante, que está a punto de entrar para siempre no sólo en tu sistema nervioso, sino en toda tu alma? Ocho rolas, sólo ocho, sirvieron para poner a la banda tan en alto, que ni ellos mismos han logrado volver a llegar tan alto en cuestión musical dentro del heavy metal. A pesar de que sean optimistas con respecto a su nuevo disco para este año, jamás habrá un disco igual o similar a este clásico. Yo no sé por qué, en Gringolandia, o donde haya sido, son tan idiotas como para mandar al espacio la música de los Beatles, para que los extraterrestres la oyeran; con razón nunca han contactado a la raza humana. En cambio, Yo habría enviado este disco al espacio, no sólo la música sino también si trabajo artístico, que a pesar de ser muy poco, es bastante sobrio y disfrutable, y les apuesto a que habríamos tenido ya a una o dos razas alienígenas tocando la puerta, aunque sea para hacer la guerra, pero algo es algo pues. Del año 1986, MASTER OF PUPPETS no deja de pasar de moda para todo buen fanático del heavy metal en general y para todo buen fan de Metallica. A este disco habría puesto yo en primer lugar, y a Slayer en segundo, en esa lista de los 50 mejores álbumes del grind underground de todos los tiempos, pro en fin nadie es perfecto, y menos esa excelente revista. Para comentar las ocho rolas de este disco trataré de describir no sólo lo que representan, sino lo que siento por cada una de ellas, por medio de la primer palabra que se me venga a la mente mientras la menciono. Así pues tenemos: “Battery”: atronadora, “Master of Puppets”: magistral, “The Thing That Should Not Be”: aterradora, “Welcome Home (Sanitarium)”: emotiva, “Disposable Heroes”: bélica, “Lepper Mesiah”: grandilocuente, “Orion”: épica, “Damage Inc.”: electrizante. Este álbum es verdaderamente una raíz o una vertiente para todo el género underground del heavy metal, este disco es la semilla de géneros como el Black o el Death (y si no me creen, consíganse los tributos black y Death a Metallica, escuchen las rolas del MASTERS OF PUPPETS, y después traten de pensar ambos géneros si no hubiera existido este disco, o de plano imagínense a James cantar como George “Corpsegrinder” Fischer, de Cannibal Corpse, cada una de las ocho rolas y verán que lo que digo es cierto), y es además un disco insuperable para cualquier músico enfocado en el heavy metal. Este disco ya no pertenece a ningún género, ya no es thrash en sentido estricto, pero es y será por siempre Heavy Metal; es tan pesado y melódico, pero a su vez brutal y extremo, que se ha elevado más allá de cualquier categoría o género y subgénero dentro del Heavy Metal, que se ha vuelto el álbum representativo. Decir MASTER OF PUPPETS (como álbum) es decir EL ÁLBUM DEL HEAVY METAL. Tengo que advertir y agregar que este fue el segundo álbum de Metallica que obtuve (aunque en cassette, pero original desde luego), y desde entonces no ha salido de mi alma, y jamás lo hará. El disco es referencia para cualquier banda, desde el hard rock hasta el brutal Death metal, pasando por el progresivo e incluso el propio thrash. Sin este álbum, creo que muchos de nosotros habríamos sido muy infelices, sin embargo, son rolas que muchos de nosotros habrías deseado haber compuesto. El año de su salida le propició ser el álbum más valioso de todos los tiempos, y el haber hecho historia; mientras que la trayectoria de Metallica lo ha vuelto un faro para todo aquel que desea sentirse a gusto no sólo con el género o con la música, sino también consigo mismo; y lo mismo les ocurre a los miembros de Metallica. Este disco es, para concluir, y sin duda alguna de inspiración mítica, y a ningún otro se le habría ocurrido, sólo a Metallica, al Metallica que se fue y que ahora lucha por regresar y ocupar el trono que dejó vacío con vacilaciones, pero que se apropió gracias al Master of Puppets. Y Metallica, gracias al mismo, dejo de ser una marioneta más, para convertirse en el verdadero amo, tanto de sí como de toda la nueva dirección que inauguró para el Heavy Metal y que no ha dejado de pertenecerle. El MASTER OF PUPPETS es y será por siempre, para alegría o enojo de quien sea, el Amo de todo el Heavy Metal.

Conclusión: Con la salida de su nuevo disco, muy esperado por cierto, que lleva por título “Death Magnetic”, lo único que queda es esperar para ver qué más puede dar de sí misma la banda más importante de todos los tiempos, en el hard y el heavy. Su muy prometedor nuevo disco no sólo nos dirá cuál es la situación actual de Metallica, sino que también nos proporcionará una visión más clara de la dirección que pretende tomar nuevamente en el sendero del Metal. Con su nuevo álbum ya a la venta, y con la valiosa “Caja Magnética” también circulando ya por ahí, sólo hemos de limitarnos, nuevamente, y después de cinco años de larga espera, a ser otra vez los fanáticos de Metallica que disfrutamos de su inigualable música y estilo de tocar, que nos dejamos llevar por la potencia de sus riffs y la maestría de sus solos de guitarra, por las profundas e incisivas letras de sus canciones y por la energía que se despliega en sus conciertos (aunque sea sólo en video, que los podamos ver por el momento), antes que realizar conjeturas, juicios buenos o malos, o suposiciones sobre su status a la largo de su historia, en su presente inminente, su pasado arrollador y su esperanzador pero incierto futuro.

Y por el momento, lo único que podemos hacer por Metallica, para hacerles verdadera justicia, es esperar a que ellos nos expresen lo que les ha de ocurrir, lo que pasa por sus mentes, y lo que han de significar sus canciones y su estilo renovado, más potente y furioso; y dejarlos descansar en paz, en el buen sentido de la acepción, por supuesto.

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Metallica: un breve repaso a su trayectoria. Parte 2

by Lord Teoretic on Nov.22, 2009, under

Parte 2 : Las múltiples caras del monstruo.

También demos un vistazo a todos los integrantes que han participado activamente en Metallica, desde el más viejo hasta el más nuevo, para poder comprender lo que significa ser un miembro de Metallica y lo que ello implica. Para ello me basaré en todas las caras y personalidades que han influido de cierta forma en todo lo que es ahora Metallica (o por lo menos, todas las que yo conozco) y las expondré desde los que ya no forman parte de la banda, pero que han formado parte de su alineación, pasando por la banda tal y como es a la fecha con sus cuatro representantes; y por último expondré a aquellos que se han encontrado tras bambalinas, pero que han puesto su ladrillo en el ser de Metallica, y se han relacionado directamente con los miembros actuales, para bien o para mal, y para presente, pasado y futuro:

· Hugh Tanner: El primerísimo guitarrista de Metallica (sin contar al guitarrista de color, Lloyd Grant, que muy poco tiene que ver realmente con la historia y el desenvolvimiento de la banda), con una pronta y eventual participación en la banda, pero de cierto renombre (incluso Dave Mustaine comentó alguna vez que las rolas del Kill’em all, las había hecho Hugh, como “Hit the Lights”, y no James), sólo pudo participar activamente en Metallica en la grabación del demo “Hit the Lights”, y tal vez sólo como soporte después de haber roto con sus previas bandas, en las que James también participaba, como Phantom Lord y Leather Charm. Según cuentan por ahí, es el integrante que dotó a la banda, y enseñó a los otros neófitos y anónimos miembros de sus otras bandas, el poder y la furia para tocar, y componer rolas de una manera rápida y potente; pero no debió haber sido la suficiente si es que lo corrieron para “contratar” a Dave Mustaine, para una segunda grabación de un nuevo demo, pero con la misma canción, ya que el primer demo contaba no sólo con un mal sonido, sino también con problemas técnicos de grabación y la enfermedad de la voz de James (laringitis) que en ese momento padecía. Sin embargo, el nombre de Hugh Tanner necesariamente debe tomarse en cuenta para comprender a Metallica desde sus inicios, o sea, desde que no se llamaban aún Metallica, como contexto de comprensión de su trayectoria musical.

· Ron McGovney: El primerísimo bajista de la banda; dicen por ahí que era muy amigo de James, y que eran compañeros de cuarto, hasta que el envidioso Lars hace acto de presencia. Acompañó a la banda desde que se llamaba “Red Vette” y “Blitzer”, y grabó el demo de la canción “Hit the Lights” y el demo No Life ´Til Leather (que incluía rolas como la ya mencionada “Hit the Lights”, la primer versión de “The Four Horsemen” escrita, según él mismo cuenta, sólo por Dave Mustaine, y llamada en ese entonces “Mechanix”, “Jump in the Fire” y “Motorbreath” a la que Dave mismo cuenta que tuvo que hacerle la introducción de batería porque Lars era demasiado estúpido en ese entonces como para comprender lo que era tocar realmente la batería al puro estilo heavy metal). Pues Ron McGovney significó no sólo la primer formación sólida tanto para componer como para grabar, aunque no significaba mucho para los demás componentes, y sólo fue tratado como un bajista temporal, motivo por el cual se sintió muy lastimado cuando fue corrido nada más y nade menos que por su gran amigo James.


Dave Mustaine: El más polémico guitarrista en Metallica, líder del muerto y resucitado Megadeth, que apenas ahora está viendo el éxito en su vida y lo está disfrutando (motivo por el cual tal vez resucitó a Megadeth). Llegó a Metallica para poner orden en la banda. Según él mismo cuenta, no fue nada difícil entrar en la banda, y tampoco fue tan difícil salir de la misma. Para Dave significó no sólo el paso a la fama y a la oportunidad de demostrar que era un gran guitarrista, sino también demostró que podía ser un gran amigo y compañero, “líder” activo para la banda y componente clave para su desenvolvimiento. Pero a cierta víbora no le gustó el hecho de que él quisiera, a pesar de sus buenas intenciones, ser el “líder” de la banda, y no sólo le molestaba que fuera mejor guitarrista, sino también el hecho de que no fueran compatibles al momento de emborracharse, ya que, y sigo citando al propio Dave, mientras los demás componentes actuaban como borrachines simpáticos, tontos y simplones, él se volvía una persona violenta, “y los tontos no se llevan con los violentos”. Fue corrido de la banda fríamente y sin tocarse el corazón, no dieron vuelta atrás ni para despedirse de él, motivo por el cual su rencor contra la banda era gigantesco, ya que él había inyectado vida a la banda, y sin él probablemente la banda nunca habría salido adelante en aquellos días de 1982. No cabe duda de que, a pesar de todo, demostró en Metallica tener el porte necesario musical y personal para hacer de Metallica una gran banda, sin embargo, y haciendo unas cuantas conjeturas, la presión compositiva entre él y el dúo dinámico Hetfield y Ulrich por hacer con las canciones cada quien lo que se le diera su gana, habría dado como consecuencia la desintegración total de la banda por eso de la década de los 90, ya que es obvio que a pesar de que Dave ha querido a lo largo de estos años demostrar, con su propia banda, lo que no pudo en Metallica, sus rolas son tal vez más thrasheras que las de Metallica, las cuales inauguraron el hard rock moderno, mientras que Dave se ha dedicado a seguir un género del metal que está, en cierto modo, ya pasado de moda y que, en el mejor de los casos, es transitorio para otros géneros más extremos. Su banda, rival declarado de Metallica, no deja de ser fabulosa, ya sea como una banda viva, o muerta, o resucitada como un zombie, cada uno de sus discos (excepto el “Risk”, y en menor medida el “Cryptic Writings”, que son copias al carbón de Hard rock inaugurado por Metallica) son fantásticos, verdaderas joyas del Heavy Metal, y por lo cual resulta sorprendente escuchar a Dave declarar que en realidad sólo los hacía por rencor y para igualar a Metallica, y que siempre ha estado a la sombra de ellos. Pero también hay cierto alivio al ver que, en efecto, pudo confrontarse con la más grande víbora del metal y del rock, para decirle en su propia cara lo que sentía por él y por sí mismo gracias a su inmaduro e incompetente comportamiento, de años atrás.

· John Zazula: El primer elemento en la historia de Metallica en no estar involucrado en el proceso creativo, pero el primero, a su vez, que creyó en Metallica como un grupo fuerte y prometedor. Fungió como manager, es decir, como manejador, de la banda desde el primer disco hasta el tercero en su trayectoria discográfica, hasta que fue despedido cruelmente por la propia banda. Pero gracias a él, su primer álbum “Kill’em All” vio la luz junto con muchas presentaciones que en ese momento se llevaron a cabo. Como dijo Marsha Zazula, esposa de nuestro personaje en cuestión, gracias a John Zazula, Metallica le dio a la gente, sobre todo a los fans ochenteros del metal, un verdadero motivo para sacudir furiosamente la cabeza, con esas grandes melenas, ahora ya estereotipadas.

· Cliff Burton: El primer gran elemento en Metallica, su carisma y virtuosismo son indiscutibles. Vivió demasiado aprisa como para darle a la banda el pase hacia el estrellato de forma prematura, pero también murió demasiado pronto como para no ver en lo que se convertiría su propio hijo, su gran y adorada banda. Según James, gracias a él se debe el “S & M”, como un homenaje a sus gustos por la música clásico (¡Sí como no, échenle la culpa al muerto!), ya que su gran trabajo en el bajo se notaba no sólo en lo que componía sino en lo que escuchaba y tocaba. Por lo que el estilo magistral, vertiginoso y “clásico” de tocar se lo deben principalmente a Cliff, a sus influencias, y a su forma de tocar y componer, ya que no sólo sabía tocar el bajo, sino también la guitarra y el piano. Cliff fue el verdadero gran amigo de todos los componentes de la formación de Metallica, es decir, de los componentes que nos quedan desde ese entonces y hasta ahora. El único bajista que demostraba ser no sólo un gran aliado musical, sino también un confidente para los tres, en materia personal. Según cuenta Kirk, él pudo haber sido el muerto, en el accidente que cambió a la banda para siempre, y no Cliff. Probablemente, un Kirk muerto no habría significado mucho, pero un Cliff muerto significó todo para la mejor banda de todos los tiempos, que en ese momento demostraba por qué merecían tal título. Su aportación en el “Masters of Puppets” es indudablemente la mejor, el bajo se da a notar tanto como cualquiera de las dos guitarras haciéndonos saber que también imperaba su furia, su salvajismo, pero sobre todo su virtuosismo. Ningún otro bajista supo llenar el gran hueco que Cliff dejó, motivo por el cual la propia banda tuvo que desechar ese hoyo para darle a Robert Trujillo un nuevo espacio alejado del fantasma de Cliff. Pero regresando a Cliff, incluso en la entrevista que le hacen a Cliff en es “Cliff’em All” (el primer video oficial, y homenaje a este cadavérico bajista) se notaba que él era la verdadera personalidad de la banda en ese entonces, pues sabía muy bien lo que quería no sólo para sí sino también para la banda en general; era él quien, básicamente, tenía las riendas creativas y en cierta formas de rebeldía, de lo que debía ser Metallica. Muchos que conocieron su implicación y actuación en la banda más de cerca y cuando estaba vivo, lamentan su perdida. Otros muchos, nos lamentamos también su perdida, pero sólo porque nunca pudimos comprobar en persona su carisma y carácter, y su forma de tocar y de influir directamente en Metallica. No sé si afirmar o no que su muerte era necesaria para la evolución progresiva de la banda, lo que sí puedo afirmar, sin dudarlo, es que Metallica no habría sido el mismo, ni sus miembros, sin Cliff.

· Jason Newsted: El mudo personaje de la banda, el mimo o el “nerd” como le dicen por ahí, que vio crecer, de forma aislada, a la banda desde el pináculo de su carrera hasta el monstruo que agobiaba a todos los miembros. Su colaboración en la banda se redujo a ser sólo un mero bajista contratado para las sesiones y para los conciertos, su capacidad compositiva fue subestimada y soslayada por los otros miembros. Y mientras Kirk podía desahogarse un poquito con los solos, Jason ni siquiera eso. Sólo dos rolas de Metallica llevan su nombre, junto al dúo Hetfield y Ulrich, en los créditos (“Blackened” y “Where the Wild Things Are”). Su forma de tocar el bajo, para mí, no era muy impresionante, ni muy virtuosa, ni muy vistosa, pero por lo menos ocupaba el sitio en Metallica, que eso ya es mucho para alguien. La verdad yo no sé cómo aguantó tanto tiempo sin poder decir algo desde 1986, hasta que en la primavera del 2001, después de haber pasado por malas bromas, insultos, agravios e incluso regaños, por parte de los otros integrantes, re rebeló totalmente hasta el punto de abandonar Metallica. Supongo que esperaba tener un buen fondo de ahorros para poder retirarse a hacer lo suyo. Hasta que un día, después de guardar silencio tanto tiempo, estalló sin previo aviso, lo cual provocó no sólo el susto, sino también la ira, principalmente de James, ya que Lars no lo veía ni como un amigo, sino como un simple contratado (si no me creen vean ese video de las sesiones de grabación de los “Loads”, en el que Lars le recrimina, como si fuera un simple empleadillo, el que llegue tarde a las sesiones, cuando el propio Lars muchas veces ni llegaba); mientras que Kirk sólo veía con tristeza cómo dejaban que su gran amigo se iba de la banda sin decir adiós. Pero incluso su participaciones posteriores a Metallica, con Ozzy y con Voivod, pero sobre todo con su gran proyecto musical Echobrain, resultaron ser, no un fracaso, sino igualmente colaboraciones mudas que dejan al bajista en el mismo lugar que con Metallica. Aunque, a pesar de todo, después de su salida de Metallica, disfrutó de un rejuvenecimiento físico y personal; mientras que con Metallica parecía un señor ya grande, fuera de ella se veía como que más juvenil e incluso más feliz, y con ese Jason feliz prefiero quedarme, que con el villano de película que aparentaba ser, gracias al documental “Some Kind of Monster”, por no querer soltar sus lazos con Metallica.

· James Hetfield: Es el miembro con el que más se entiende la gente. A leguas se nota su sencillez, su carisma, su agrado y sus ganas de vivir la vida. Es accesible en persona, alegre e incluso algo platicador. Nunca reniega de nadie. Por ese motivo, fue sorprendente verlo estallar en su propia ira cuando decidió dejar por un rato a Metallica, por el año del 2001 al 2002, para poder comprenderse más a sí mismo y llegar a ser mejor persona. Es además el único que ha podido mantener una relación marital y personal a largo plazo, para su fortuna, al encontrarse con una mujer que sí lo comprendía. Incluso se nota el amor que tiene por sus hijos, tanto aquellos que son producto de su matrimonio con Francesca, como el producto de su alianza (que en realidad parece que fue la venta de su alma al diablo de Lars) con el propio baterista. Metallica es el primer hijo absoluto y directo de James, y él a su vez es el padre. Es indudable que ha sido manipulado muchas veces por Lars, pero también ha dejado ver que él es la voz, la verdadera voz de Metallica no sólo para cantar, sino también para componer y para crear el contexto adecuado para la salida de un disco o de una gira. La gente voltea a verlo a él directamente antes que a Lars, cuando se trata de prestar atención al que ha de decir, cantar, tocar o componer. La gente prefiere, por encima de cualquier otro, su autógrafo y su saludo de mano. Cualquiera moriría por sentir el apretón de su gran mano sobre la suya. Sin embargo, James es el elemento que más ha sufrido tanto dentro como fuera de Metallica, la muerte se su madre, la incomprensión de su propio padre y de sus compañeros de escuela durante sus años de juventud en la escuela, lo llevaron a alienarse y a comprometerse en un género musical que no sabía, en ese entonces, que cambiaría para siempre gracias a la franqueza de sus letras y a la energía que demostraba (y demuestra) al tocar la guitarra. Luego vino el tener que sufrir con la gran mano del controlador Lars por un buen periodo de tiempo, lo cual hizo que le diera la espalda a muchos de sus grandes amigos (Ron, Dave y Jason), y por lo cual tuvo que alojarse en los tranquilizadores pero catastróficos efectos de la bebida. Y no fue hasta que se dio cuenta de todo, de cómo su vida podía irse al caño si dejaba manipularse tanto por el diablo como por la bebida, que decidió alzar la voz, o gritar, mejor dicho, que quería estar en paz consigo mismo para tener nuevamente las riendas de su vida y de su banda, demostrarse a sí mismo que él era, y es, más que cualquiera que lo intente manipular. Y así, a través de un largo y tortuoso camino, James resurge nuevamente de sus cenizas y se vuelve el verdadero rostro de Metallica, el que todos los fans deseamos nos sonría por lo menos una vez y de lejos, el que canta y toca en el escenario, y al hacerlo se vuelve sincero con todo su público. Su nombre aparece en los créditos de todas las rolas de Metallica, para bien o para mal, lo cual indica que siempre ha estado ahí para su familia, para su banda, para sus fans. Sus entrevistas son las que más se disfrutan, sus palabras son las que más se citan y las que más expresan, las que más interés despiertan. De no ser por James, Metallica tampoco habría llegado muy lejos, e incluso ni siquiera habría existido la banda. Él ha sido el único verdadero amigo de todos los que se han ido, y de todos los que se han quedado, alrededor o dentro de la propia banda. A decir verdad "Some Kind of Monster", el documental, es la película en la que el protagonista es el propio James, incluso los realizadores del documental piensan lo mismo, en el que también tenemos personajes secundarios, y al inevitable villano de la película el malvado por excelencia, que ha de sucumbir ante el poder renovado del verdadero caudillo y jinete, el domador del gran monstruo que, para James mismo, representaba Metallica.

· Lars Ulrich: Con este singular personaje, Metallica ha aprendido y llevado a cabo muy bien lo que dice aquel dicho: “Mantén a tus amigos cerca, y a tus enemigos aún más cerca”. El verdadero villano, el malvado por excelencia, de la banda, es Lars Ulrich. Y el documental “Some Kind of Monster” me abrió los ojos al respecto, tal vez muchos allá afuera estén mas conscientes de la actitud de este endeble baterista, y la toleren. Aunque yo la verdad prefiero mantenerlo en una sana distancia con respecto a mis propias razones o creencias. La verdad es que no quiero escribir nada malo o insultante acerca del buen Lars, ¡pero sólo se me ocurren cosas malas o insultantes sobre él! Este pequeño burgués danés llegó, se apoderó y desde entonces no ha soltado las riendas. Si James es el padre de Metallica, Lars es la m... Esta bien, de acuerdo, sin él Metallica también se habría ido al caño, eso es indudable, Lars es otro de los elementos de Metallica sin el cual no se podría comprender su trayectoria y su ser. Y gracias a Lars el éxito de la banda creció desmesuradamente. Además de que es el segundo nombre en los créditos de sus canciones, Lars organiza las giras, el proceso de producción de un disco, la mezcla del estudio y en vivo, y todo lo demás, o sea, sabe hacer muy bien su trabajo como miembro activo de la banda. Sin embargo, es el componente más inconstante de la banda, el cambiante, que primero dice una cosa y después dice otra totalmente opuesta, es el que hace algo que enoja a muchos y que después trata de complacer nuevamente. Es un haz de los negocios, mientras que no se empeña por sobresalir y aprender más de su propio instrumento conformándose con las mediocridades de un mal baterista. Pero también es cierto que él es un sangrón, hocicón e hipócrita (para demostrar lo primero, me atengo al documental “Some Kind of Monster”, en el que se atreve a gritarle “¡Jódete!” en la cara al propio James, o cuando está haciendo pucheros porque a Kirk sí le hicieron fiesta de cumpleaños y a él nunca le han hecho nada así, o cuando les grita a todos en lugar de disculparse por su erróneo comportamiento mientras están grabando. Y lo mismo ocurre en el Video “A Year & Half in the Life of Metallica”, donde Lars se comporta con un payaso con Bob Rock, le grita y le hace groserías. En fin, no terminaría si sigo. Para demostrar que es un hocicón sólo les digo que él fue quien dijo, por allá de 1984, que Metallica nunca grabaría un videoclip de alguna canción suya, y menos para MTV; o también la bronca que se traía con Napster por el supuesto robo de derechos y no sé qué más, cuando ahora dice que su nuevo disco “Death Magnetic” piensa distribuirlo por Internet gratuitamente a través de no sé qué compañía, ¡si lo que a Lars parece importarle es el dinero! Y para comprobar que es hipócrita, déjenme les cuento que una vez leí una entrevista de él, en la Metal Hammer de abril de este año, edición española, en la que renegaba totalmente, no digo que tres veces antes de que cante un gallo, pero sí algo parecido, del “St. Anger”, porque lo consideraba confuso, inexpresivo y mal compuesto, que le costaba mucho trabajo volverlo a escuchar, por ser de tan pésima calidad como par ser un disco de Metallica ¡cuando él mismo estaba muy orgullo del que sería entonces el disco de su vida, el disco de discos en la carrera de Metallica, el verdadero acierto después de mucho tiempo, allá por el 2003, justo en la salida oficial de “St. Anger”! La verdad sólo su padre y su abuela le creen sus mentirotas) Por tal motivo, es el personaje de Metallica en el que más desconfío, y en el que menos me fijo para poder analizar lo que los otros miembros tratan de decir, de forma realmente sincera, sobre lo que piensan de su statuts y de sus creaciones al interior de la banda. Reconozco su importancia en el seno de Metallica, pero reconozco además que esa importancia es más bien negativa, antes que positiva; pero gracias a dicha negatividad, Metallica ha podido salir adelante.

· Kirk Hammet: Otro personaje mudo, aunque ya no tanto, de Metallica. Es más bien recordado por sus solos magistrales, que por alguna declaración abierta o entrevista alguna. Resulta indudable su capacidad en la guitarra, sus influencias, (Joe Satriani fue su maestro directo), sus hermosas guitarras, y un sinfín de buenas razones para considerar a Kirk como otro gran elemento de la banda, aunque como dije antes probablemente no es tan esencial como parece. A pesar de no ser tan compatible con los otros miembros, sobre todo con James y con Lars, sí hubo química guitarrera (por lo menos más que con Mustaine) desde el inicio, en el momento en que le hacían su primera audición, después de correr a Mustaine. Desde ese momento hasta ahora, se ha encargado de hacer soñar a cualquier fan, en los solos, con su “air guitar”. Se dice que siempre ha sido un mejor y más aplicado guitarrista que el corrido Mustaine. Además ha estado su nombre, si bien no en todas las rolas de Metallica, por lo menos sí en la mitad de todas ellas, y su presencia ha sido fundamental en todos los discos que Metallica ha realizado hasta la fecha. Su virtuosismo en la guitarra se ha hecho manifiesto y evidente en todos los sentidos (aunque en los Loads llevó al hastío su capacidad guitarrística), experimentando con cualquier sonido, técnica o efecto. Pienso que la carencia de solos en “St. Anger” era más bien necesaria para que Kirk se acoplara mejor a su nuevo papel de compositor directo y activo en el sendero musical de Metallica. En su nuevo disco, “Death Magnetic” los demás miembros han presumido ya de la directa participación tanto de él como de Robert Trujillo, lo cual les hace alardear de una nueva potencia metalera y rítmica en sus canciones. Pero previo a ello, no hay que olvidar que Kirk hace de “Seek & Destroy” una de las mejores rolas jamás compuestas e interpretadas por la propia banda, entre otras. Él mismo ha insinuado que su participación se había vuelto mínima en años posteriores al “...And Justice For All”, y casi con lágrimas en los ojos, se queja de que nadie le hace caso ni lo reconoce como es debido. Hasta que, después de un largo trayecto de auto – conocimiento, Metallica ha dejado la puerta abierta para que sus verdaderos integrantes se expresen a través de la banda, para que sean ellos mismos sin imposiciones de nadie, o en su defecto, no abandonen el sendero de la banda. Por eso, la participación de Kirk se ha vuelto más fuerte y amenaza con no abandonar ese puesto. Si así es, entonces lo que sigue en la historia de Metallica ya no son babosadas o canciones que suenan gay o fresas, sino composiciones originales que nos harán menear la cabeza nuevamente con mejores ritmos y riffs atronadores. Pues así es Kirk, la parte activa que sirve de mediadora entre los grandes egos del dúo Hetfield y Ulrich, que prefiere seguir tocando su guitarra a meterse en líos con aquellos dos bestias. Y de no ser por su virtuosismo y su necesidad de seguir en el seno de Metallica, Kirk habría pasado hace mucho tiempo a la historia o al olvido.

· Robert Trujillo: El todavía flamante nuevo bajista de Metallica, desde su entrada a la fecha ha significado la revitalización necesaria que tanto la banda como los miembros necesitaban para seguir adelante. Le re – introdujo furia, potencia y brutalidad a la banda. Basta con verlo en alguna tocada, sus meneos con el bajo son como para alucinar. Es también una de las nuevas voces en el nuevo Metallica, es decir, que ha estado involucrado directamente en las sesiones de composición y de grabación del nuevo disco de Metallica, y a pesar de seguir siendo el “nuevo”, ya no lo es, o ha sido, como el simplón de Jason, sino que, con el debido respeto que se merecía, fue bien recibido por sus compañeros. Como lo dije antes, Rob, como le gusta que le digan, volvió a darle vida a esta medio apagada banda para que tengamos nosotros los fans, de ellos, por lo menos otros diez años más. Además su trayectoria ya es notoria y digna de tenerse en cuenta. Después de haber pasado por bandas de hardcore como “Infectious Grooves” o “Suicidal Tendencies”, fue alistado por el mismísimo príncipe de las tinieblas, Ozzy Osbourne, para acompañarlo como músico en vivo, en muchas de sus giras, y hasta en algunos discos del comepalomas. Por ello mismo, es meritorio tener en cuenta que tratamos con un buen músico avanzado y dedicado, y no con un jovenzuelo inexperto. Si Kirk hace sonar su guitarra al máximo, Rob lo hace con su instrumento de una forma igualmente increíble. Además se nota su humildad al respecto de su posición, y en comparación con cualquier otro miembro de Metallica. Con mucha energía y poder creativo por delante, Metallica se ha sacado la lotería, otra vez, con su nuevo miembro integral y permanente, encargado de las cuatro cuerdas en el seno de Metallica. Antes de conocerlo, me mantenía escéptico al respecto de su nueva posición en la banda, pero ahora que lo conozco mejor, pienso que nadie más habría ocupado ese lugar, excepto él.

· Bob Rock: El productor con más renombre en la industria de rock, gracias a haberse vuelto un miembro integral más en la familia Metallica. De no ser porque fue el productor de los discos más polémicos de Metallica, y durante un largo trayecto en la carrera de la banda, nadie se acordaría de él. Otro de los que los fans pensaban que era el malvado en la historia de Metallica, cuando los hechos son en realidad otros. Su papel, James lo dijo una vez, era más bien el del asesor, o el de un padre en el buen sentido, realizaba sugerencias y hacía todo lo posible porque una buena idea saliera adelante, apoyando y asesorando a los integrantes activos de la banda. Es el primero, además, en comprender el verdadero peligro dentro de la banda (Lars) y el primero en querer mediar y transformar para bien de la banda, toda esa energía negativa. El primero en mostrar, no el punto de vista suyo, sino el punto de vista de todos los miembros, en tanto miembros, con la mayor claridad y comprensión posible para todos. Si bien su pasado es más bien detestable para cualquier fan del heavy metal en general, su carrera como productor es mejor de lo que cualquiera pudiera esperarse, ya que sabe hacer también muy bien su propio trabajo. Después de todo, es mejor tener a un buen productor que sabe muy bien las movidas de la banda más importante de heavy metal y de hard rock de todos los tiempos, a contratar a cualquier otro sujeto que bien pudiera malentender y malinterpretar lo que la banda desea expresar (Ojo: no estoy diciendo indirectamente nada en contra de Rick Rubin, a decir verdad sólo lo digo por aquellos advenedizos que desearon hacer de Metallica, su propia mina de oro, o de aquellos que, como por compromiso sólo les hicieron el trabajo de producción sin apoyar verdaderamente a la banda. Y por lo que respecta a Rick Rubin, creo que se ha mostrado sincero con la banda, para bien de la misma, motivo por el cual no tengo nada en contra del nuevo productor de Metallica). Pero a los ojos de la banda, tanto buen entendimiento dio lugar a la monotonía y al fastidio, por lo cual tuvieron que darle un adiós, sólo como productor, mientras seguía siendo un gran amigo y un apoyo moral para la banda.

· Cliff Burnstein: El primer personaje al que podríamos considerar el viejito sabio de Metallica. Basta con recordarlo, nuevamente, en el documental “Some Kind of Monster” como un señor bonachón, sincero, preocupado por la banda y buen consejero para los intereses de la misma; aunque claro, también para los suyos, puesto que como manager de la banda más importante de todos los tiempos, tiene que obtener sus propias divisas. Ha acompañado a Metallica desde 1986 hasta la fecha, si en el momento en el que escribo esto, nada ha cambiado al respecto. A pesar de todo se muestra como un elemento indirecto en las decisiones de la banda; deja que ellos tomen la palabra, y él cuando ve que algo se estanca, serenamente conduce a los miembros a una solución plausible para todos. Es otro de los elementos mediadores entre los grandes egos que se despliegan tanto en la historia como en el ser mismo actual de Metallica. Y el único capaz de llevarlos a todo el mundo a tocar gracias a sus contratos multimillonarios. Sin duda alguna, un gran elemento. Es “the voice on the phone” como ya lo ha expresado Kirk, cada que requería de solucionar alguna duda, pues a él directamente llamaban. Y no sé si ellos ya se dieron cuenta que su nombre es muy similar al de su desaparecido y fantasmagórico bajista, en fin, sólo como curiosidad. Es además, y para terminar, el único que siempre demuestra su fidelidad a la banda, vistiendo con alguna sudadera o camiseta de Metallica ¡sin sentir vergüenza por ello!

· Peter Mensch: La otra cara en el manejo de Metallica, aunque con menos participación que el señor Burnstein, vale la pena mencionarlo ya que a él le debemos, en su mayoría, la maquilación tan acertada del disco, en condiciones físicas, las fechas de lanzamiento y de conciertos, y es también el que aprueba las decisiones de la banda para tocar en algún punto del planeta.


· Torben Ulrich: Aquél al que podríamos considerar como el segundo viejito sabio de Metallica. Contrario a la fuerte e insoportable personalidad de su hijo Lars, El señor Ulrich es más accesible, comprensible, conocedor y buen consejero, en suma, es todo un “pan de Dios” (¡O del Diablo!). Con sólo verlo infunde un gran respeto y veneración. Además, a diferencia del otro “viejito” en Metallica, su participación y asesoría en Metallica es más bien desinteresada. Sabe muy bien qué es y como se desenvuelve la banda, conoce bastante de la importancia de la misma. Por ello, en lugar de querer meter su cuchara en las decisiones importantes de Metallica, sólo escucha y al final esgrime un consejo sabio que decidirá el destino de la banda (¡Caray, parecen todos personajes de cómic o de cuento de aventuras y fantasías!). Este señor sí sabe escuchar y sí sabe aconsejar, y sabe, como su propio hijo lo ha dicho, cuándo está bien o está mal algo en el seno de Metallica, sin tener que estar metidote en las sesiones de terapia, de composición o de grabación, y con sólo escuchar un poco de lo que esta banda hace, sea personal o musical. Además es imposible olvidar su apariencia totalmente heavy metal, con su gran barba y su cabello largo ¡Si hasta parece el Rasputín de Metallica!

· Phil Towle: Otro mal llamado villano en la historia de Metallica. A decir verdad, sólo es una persona que, al trabajar con los miembros y con la banda, se encariñó tanto con Metallica que, a últimas, se resistía a abandonarlo. También es otro de los que ayudó a Metallica a salir de su agujero para seguir adelante, y a pesar de que muchos de sus consejos parecían más bien de esos malos libros de superación personal, pues por lo menos le sirvieron a los integrantes para progresar. A pesar de todo, uno de los que rápidamente se dio cuenta del peligro de mantenerlo mucho tiempo dentro de los más oscuros secretos y hazañas de la banda, fue Bob Rock, y fue el primero además en rebelarse, o bien, mantener su distancia con respecto a este señor psicólogo. Sin embargo, para James fue como un “ángel” ya que le ayudo a superar sus problemas personales. Y el deshacerse de él sólo fue para que la banda pudiera crecer y seguir por ella misma sin ayuda de algún otro que no fuera un verdadero miembro de Metallica. Mientras que Lars a veces lo veía con buenos ojos, y luego descaradamente lo insultaba en su propia presencia. De todos modos, me quedo con la certeza de los demás miembros, que han aseverado que gracias a Phil Towle, su nuevo disco es verdaderamente sorprendente, y que, si bien sus terapias no ayudaron mucho en “St. Anger” sí han logrado bastante ellos solos, pero con la implacable ayuda de todos los involucrados en Metallica, para poder salir adelante con más composiciones y presentaciones en vivo, a partir de su nuevo álbum “Death Magnetic” hasta lo que pueda esperarles, y esperarnos en un futura quizás no muy largo.

· Rick Rubin: El nuevo productor de Metallica. Puede que no signifique mucho en la trayectoria total y esencial de la banda. Pero, según declaraciones de los miembros, es el siguiente paso en la fortaleza y el poderío musical que Metallica necesitaba para que su siguiente disco, “Death Magnetic”, los retornara al sendero del buen Heavy Metal inaugurado hace mucho tiempo por la propia banda, pero olvidado un tanto por la misma. Rick Rubin es el productor de otras bandas, como Slipknot o System of a Down (que personalmente, detesto a la primera por su fama de pesados, cuando en realidad es mal metal, o sea, hardcore disfrazado de metal; mientras que a la segunda la respeto un poco más y me agrada, a pesar de no ser fan de ella), lo cual significa, para la mayoría, que es un productor de renombre dentro de lo pesado en la música. Puede además que no haya significado mucho, tampoco, en el crecimiento personal de los miembros, pero por lo menos ha ayudado a su música, si bien no en cuanto composición y creación, sí en cuanto proposición y producción. Sólo el futuro dirá si fue un acierto para la banda, o sólo un experimento más, o de plano otro fracaso. Por el momento, Rick Rubin, es un nuevo rostro más, entrante en el monstruo total que la banda simboliza, y que se encarga(rá) de poner a Metallica nuevamente en el trono del Heavy Metal, el cual ha quedado por mucho tiempo abandonado.




· Podría mencionar también a Joe Berlinger y Bruce Sinfosky, realizadores del documental “Some Kind of Monster”, puesto que se identificaron mutuamente con la banda a lo largo de la realización de esa memorable película. Aunque para hablar más de ellos es necesario haber visto sus documentales y películas, incluyendo la de Metallica.

· ¡¡¡¡Y no olvidemos a las esposas e hijos de los integrantes activos de la banda!!!!

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