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¡Así es! La super banda de black – thrash metal regresa con un nuevo disco matador. Antes de haber escuchado este disco, que salió al mercado a principios de este año, no tenía muy claro lo que se tenía que entender o saber por ese concepto raro de black – thrash, pero ahora mis dudas se han alejado completamente.
Desde que conseguí este disco la semana pasada, no puedo dejar de escucharlo ni tan sólo un momento, ya sea poniendo el disco en el reproductor, o repasando los riffs atronadores en mi mente. Este disco me ha hecho olvidar por completo este New Thrash Metal inaugurado por Metallica en su más reciente disco, ¡Incluso me ha hecho pensar de Metallica y de su nueva música como una simple pastelada!
Su anterior disco, Tara (que así se titula), se basaba en dos fases metafísicas de la mitología celta, y que contenía pasajes de guitarra estruendosos que, tal vez por la producción, sonaban sólo a ruido. Además, por ese concepto mitológico apenas accesible para los que conocemos un poco de esa mitología, el disco resultó incomprensible, pues los miembros de la banda manejan una visión muy particular de dicha mitología. Sin contar el hecho de que la composición fue tan uniforme que, a excepción de unas cuantas rolas, todas las demás sonaban igual, como si al momento de terminar una canción sólo le bajaran el volumen, y al inicio de la siguiente se lo volvieran a subir, dando por resultado una gigantesca rola en la parte dos del disco que sonaba igual y poco original a lo largo del álbum. Con todo ello, Tara resultó ser demasiado complejo, abstracto y confuso como para ser comprendido y disfrutado en su nivel. Sin embargo, posee muy buenas rolas como “Pillars of Mercy”, “A Shield With an Iron Shield”, “The Cognate House of Courtly Lies West of County Meath”, y las excelentes “Manannán”, “Bron (of the waves)” y “Stone of Destiny”.

De entre los mejores temas se encuentran “Between The Absu Of Eriduch & Erech”, con una intro de película y una serie de riffs que se deducen, por su rapidez, uno del otro. “Amy”, con un riff sencillo pero que se vuelve más agresivo y potente al avanzar la rola. “13 Globes”, con una batería impresionante y un juego de guitarras bastante macizo y pesado. “...Of the Dead Who Never Rest in Their Tombs Are The Attenandance of Familiar Spirits...”, tan larga en tiempo como su propio nombre, rápida y colérica, dividida en tres secciones de las cuales la primera es la única con letra y que a la mitad se convierte en una mezcla instrumental muy buena de melodías, y acompañamientos entre sintetizador y guitarra, cual competencia de poder. “Magic(k) Square Cipher”, el claro ejemplo de lo que es el black – thrash en la actualidad, una rola brava y machacante. “In The Name of Auebothiabathaithobeuee”, el mejor ejemplo de melodías orientales llevadas a un nuevo nivel con el heavy metal más vertiginoso y vigoroso. “Those Of The Void Will Re – Enter”, rola ágil que te transporta a un mundo mítico de espadas y escudos, y que posee casi al final de la canción el mejor y más hermoso pasaje instrumental – acústico que le haya escuchado a la banda por siempre, culminando con un solo rapidísimo. “Sceptre Command”, una canción, sin duda alguna, muy pero muy mítica, con pasajes tan bellos que te llevan a un mundo de dioses que libran batallas por el destino de la vida, muy al estilo de un anime de acción, de mucha acción. “Ye Uttuku Spells”, otra rola que ejemplifica mucho el concepto de thrash – black metal, aunque ahora con un pasaje de guitarra lento y muy grato que se convierte en toda una explosión de agresividad y poderío. La última canción es más bien una outro, “Twix Yesterday, The Day & The Morrow”, instrumental y de corta duración, pero igualmente de las mejores. Las rolas restantes tampoco desmerecen, son muy buenas.
En fin, uno de los mejores discos de este año, que no debe faltar en la colección de los verdaderos seguidores tanto de la banda como del género. ¡Ampliamente recomendado!