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Introducción: No fue fácil el recopilar la información al respecto de su trayectoria, personalidad y actualidad de una de las mejores y más polémicas bandas, a lo largo del mundo, de toda la escena del Rock mundial, sea éste pesado o suave, pero por lo menos el esfuerzo ha valido la pena. Si me he llevado tanto tiempo en realizar esta investigación y este artículo, ha sido para no decir nada superficial o aburrido que caiga en el olvido, sino para decir algo prudente que por lo menos mueva la conciencia de quien lo lea y se ponga a reflexionar de la misma forma, en lugar de seguir de manera gregaria a una banda. El punto real a mostrar es que hay que vivir en carne propia lo que a una banda favorita le ocurre y tener la misma perspectiva que los miembros, antes que tener la perspectiva externa de los medios, o dicho de otro modo, no conformarse con lo que se dice por ahí sin fundamento y, a partir de lo evidente, formarse un propio criterio de admiración pero también de análisis de la banda que más nos gusta y que nos ha conducido por el sendero del Heavy Metal, del que para fortuna de algunos de nosotros, y desencanto de otros, es imposible salir, y Metallica da muestras evidentes de ello, con su impetuosa carrera.

El objetivo de esta condensada reflexión ha sido el de desentrañar, a lo largo de la vida de Metallica, tanto lo que vale la pena como lo que no, y lo que más interés me ha causado durante los años que llevo de conocer a la banda. Pues siendo la primer gran banda de la que he sido un gran admirador, el siguiente paso en mi comprensión de la misma ha sido tratar de comprenderla por ella misma, si no mejor, por lo menos sí al igual que sus propios miembros.
No es mi propósito hacer aquí ni un resumen de su historia, ni una narración de la misma, porque hay mejores sitios y revistas que lo hacen de forma exhaustiva y mejor de lo que yo lo haría. Por el contrario, lo que pretendo es realizar sólo una reflexión acerca de su trayectoria, enfocándome en sus momentos cumbre, en sus discos, obviamente, y en las personalidades que transitan o han transitado en su larga epopeya hacia la cumbre del metal.
Con todo, me he valido tanto de documentales como de revistas (los más cercanos a nosotros por fortuna) para poder no sólo tener conciencia de su propia historia, sino también de su presente actual, del cual casi nadie habla o dice algo, y de su impredecible advenimiento para la posteridad musical. Y las revistas en las que me he apoyado, orgullosamente mexicanas todas ellas, me han ayudado con la perspectiva de sus discos, trayectoria, personalidades y demás acontecimientos y parafernalia relacionada directa o indirectamente con Metallica. Motivo por el cual, mi bibliografía básica, principalmente en revistas, todas ellas muy completas en cuanto ha los objetivos que se trazaron para expresar la historia y desenvolvimiento de Metallica ha sido la siguiente:
• El especial de Metallica de la desaparecida revista “Heavy Metal Subterráneo”, 3° edición, con biografía “actualizada” hasta 1999, y letras de sus rolas en inglés y español.
• El especial de Metallica de “La Mosca en la pared”, # 2, año 1, Agosto de 2003, Editorial Toukan.
• El especial de Metallica de “Rock Stage”, # 12, Octubre de 2004, Mina Editores.
• Y el más reciente especial de Metallica de “Hombres y Mitos Edición de Lujo”, # 3, Octubre de 2008, Mina Editores.
• Sin olvidar, el documental de televisión “Behind of Music” de Metallica, y el documental propio de la banda “Some Kind of Monster” .

Pues, para comenzar y dar la bienvenida a esta reflexión, sólo puedo decir: ¡que lo disfrutes!.



La trayectoria de Metallica es igual a la de una montaña rusa, con subidas y bajadas estrepitosas y fuertes, inesperadas, rápidas y demoledoras, motivo por el cual no se les puede tomar a la ligera. Su vida se ha llevado al extremo no sólo por componer música sino también por aventurarse experimentalmente en cada uno de los pasos que han dado para tanto marcar la diferencia y ser originales e insuperables, como para hacerse de renombre y fama dentro del género. Pero no conformes con ello han logrado atraer la atención de propios y ajenos con cada uno de los singulares e inesperados pasos que la banda ha realizado en cada momento.
Metallica nunca ha estado alejada de los problemas, lo que ha sido el asunto en cuestión desde el inicio de su carrera, en el momento en que Lars buscaba desesperadamente miembros para una banda propia, y tuvo que pasar junto con James, y después de haberlo conocido, por un sinfín de embrollos tanto con los demás miembros temporales como con los personajes que los reconocían y trataban de ayudarles a toda costa pues creían en ellos y en su música. El inicio de su carrera fue tan estrepitoso como lo fue su llegada al estrellato, tanto underground como comercial y mundial, con idas y venidas de miembros en sus inicios pero consolidando no sólo la amistad de quienes permanecían, sino también su formación musical y expresiva en cuanto al concepto que deseaban transmitir como una banda innovadora en su género y llena de energía para darlo todo.
Mientras que el desenvolvimiento de su carrera se vio plagado no sólo de la necesidad de expresar toda la energía que contenían no sólo para hacer música, sino también para realizar las mejores actuaciones en vivo de sus vidas, en cada lugar que visitaran. El “Kill’em All” mostró que a pesar de ser un primerizo álbum en su carrera, ya daba más de lo que cualquiera pudo haber esperado, siendo tan potente y belicoso que incluso ahora suena tan actual como esa primera vez en que vio la luz. Y esa metralla musical sólo pudo perfeccionarse en los siguientes discos, llegando prematuramente al candelero musical de heavy metal con su asombroso tercer álbum. “Master of Puppets”, un clásico del heavy metal, ha llevado a la banda a ser considerada, si no la única, sí una de las mejores bandas en todo el planeta, y tal vez en todo el universo. Insuperable hasta el momento, El tercer álbum de Metallica no ha sido superado siquiera por cualquier banda de Brutal Death Metal en todo el mundo, antes bien, cualquier banda de dicho género puede declararse alumna y admiradora acérrima del clásico de clásicos (por encima del “disco Negro”) de Metallica. Y “... And Justice For All”, sólo pasó a reforzar lo ya logrado por la banda hasta ese año de 1989. Si bien hay algunos que piensan que en realidad el “Master of Puppets” es una continuación poco original, del disco de 1984, “Ride the Lightning”, yo me inclino a pensar que éste disco es sólo el primer ensayo de lo que querían hacer realmente en una obra posterior, y que está plasmado a la perfección en este álbum del ’84 sólo su necesidad de ser originales y referentes sólo para consigo. En cambio “Masters of Puppets” significó no sólo su escalada definitiva a la maestría en composición de heavy metal, sino también el primer gran éxito y vertiente para toda la corriente subterránea a lo largo y ancho del mundo y en cualquier época. “Masters of Puppets” es la clara muestra y expresión de lo que Metallica quería hacer libremente tanto para marcar la diferencia y lograr un espacio en la historia del metal de todos los tiempos, como para llegar a ser una banda influyente y no sólo influenciada, la banda que cambiaría la escena de una vez y por todas, y el disco era tanto el pretexto como la prueba más clara de ello. Por ello, “... And Justice For All” es más bien la segunda parte de ese perfectamente bien logrado sendero, insuperable ahora incluso por y para la propia banda.

Sin embargo, todas estas ambiciones se vinieron por los suelos por varios acontecimientos que marcaron la vida tanto de la banda como de sus miembros. La muerte de su primer gran bajista les bajó la moral tanto que pensaron en deshacer la banda, antes que continuar, y consternó a todo el mundo debido al momento de éxito por el que la banda transitaba, éxito el cual medía más bien en cuestiones musicales, antes que monetarias. Pero la conciencia de su éxito tanto material como musical les incitó a más, por lo que prefirieron seguir, aún con un elemento muy minimizado (Jason), y dictando la palabra sólo dos miembros de la banda, James y Lars, lo cual a la larga les ocasionó muchos problemas. En materia de composición, sólo dos miembro creaban y dictaban a los demás lo que tenían que hacer. Metallica ya no era un colectivo, o una democracia, sino que era un imperio fascista naciente en el que sólo uno, y a lo mucho otro más, decían lo que se tenía que hacer. Sin embargo, eso que se tenía que hace, a veces no era del todo digno de fiarse o verdaderamente brillante. Por tal hecho, la banda vio la luz de la comercialidad, al tratar de saciar las ambiciones, odios, enojos y recelos de todos los miembros, cuando sacaron el álbum menos underground y más comercial de todos los tiempos en la historia, tanto de Metallica como del Metal en general.

El “Disco Negro” significó otra escandalosa vuelta para la banda y el susto y la decepción totales para quienes creían que la banda podía dar, musicalmente, más de sí. Era la estrepitosa caída de Metallica del imperio underground, duro pero constante, al inconstante y temible imperio de lo comercial, en el que valen las modas y las aficiones pasajeras, para después ser olvidados nuevamente si no se producen resultados económicamente satisfactorios. Pero, aún así, y después de su caída tumultuosa, lograron levantarse para sorpresa de todos, en este terreno impetuoso, no sólo demostrando lo que sabían hacer musicalmente, sino que, también y a partir de ello, inauguraron un movimiento musical, exclusivamente gringo, en el que Metallica siempre ha estado por delante, que conocemos ahora como hard rock, o rock pesado y extremo, haciendo ver a todos que no son sólo un medio para una moda. Escapando a cualquier fichaje, cliché o categoría, como por ejemplo el ser llamados sólo una banda de thrash o de hard rock, o una banda comercial y de moda, Metallica comenzó a realizarse a sí mismo a través de un sonido propio que los llevaría accidental o tal vez intencionadamente, por las mieles del éxito comercial en todo el mundo, mostrando su poderío tanto dentro como fuera de un estudio o un escenario.
Sin embargo, gracias a este álbum de 1991 (que a pesar de todo, si lo escuchas ahora, ya no suena tan actual y hasta parece, realmente, pasado de moda) la banda pudo engordar sus billeteras no sólo por las ganancias de los discos, sino también por las giras mundiales en las que más que agradar o complacer a sus admiradores de antaño, parecían cazar más fanáticos, sin importar lo superficiales que éstos fueran para con la banda. Por lo que desde 1992 hasta 1995 la banda se mantuvo girando a través del mundo entero ya sea en giras propias o en festivales, y de vez en cuando asistiendo a un estudio, para mantenerse actuales dentro del terreno de la moda en el que se habían envuelto. Además, el cambio de apariencia que se suscitó en estas fechas (probablemente dirigida por el burguesito Lars, quien ya ha declarado, aunque implícitamente, que realizó dicho cambio debido a que él no entraba ni concordaba con esa actitud agresiva y sucia que tienen en general un verdadero metalero de hueso colorado, y que sí quedaba a la perfección en James, Kirk y hasta en Dave Mustaine; y gracias a que nunca nadie lo identificó así a Lars, decidió tratar de ser mes él mismo, llevándose por las patas a los demás miembros, usando trajes con corbata y ropa de marca, entre otras cosas peores, cual clon de Bono de U2) logró más el rechazo de la gente, al ser catalogados como “chicas malas”, cuando empezaron a usar maquillaje para las sesiones fotográficas, trajes caros, cabello corto, abrigos de pieles, ropa de cuero muy femenina e incluso , argumentando en su cambio de actitud que querían ser ellos mismos olvidando sus trilladas raíces. En fin, salir de algo trillado para entrar en algo aún más trillado.
Pero sus errores no sólo se demostraron en la apariencia sino también en su mediocridad musical. Para esos años de 1996 y 1997, se aventuraron a sacar a la venta un álbum que se pensó fuera doble, pero que debido a cambios de última hora, significó dos álbumes distintos entre sí en cuanto a composición de refiere, pero muy similares en cuanto estructura. Discos que no llenaron las expectativas ni un poquito debido a que Metallica se orientó más bien a la experimentación melódica del hard rock, antes que volver a tocar verdadero heavy metal. Por eso, en lugar de sacar un álbum con canciones originales como sus fans más fieles y acérrimos demandaban y necesitaban, se dedicaron a rolarla por todo el mundo, haciendo giras y presentaciones en cuanto país pudieran para demostrar que, a pesar de sus faltas, siguen siendo una gran banda en el escenario, y que muchas de sus nuevas rolas merecían una oportunidad si se les escuchaba en vivo. Por tanto, sus desaciertos no habían visto solución musical sino hasta el año del 2003 en el que Metallica retornaba, comandados ahora por James, a lo que realmente le había caracterizado desde siempre.
Ciertamente, lo que más hace fuerte a una agrupación tan potente como Metallica, es su actuación en vivo. Las rolas que en sus discos, y en formato de estudio, pudieran sonar desangeladas y sin sentido, adquieren un nuevo sabor y sintonía cuando son ejecutadas en vivo. Metallica, a través de sus miembros, siempre ha dicho que es una banda que vale más en vivo y en la carretera, que en un simple disco de estudio. Y en cierta forma, cada una de sus producciones está hecha así, realizada con una cierta potencia contenida, que en vivo deja salir todo lo que tenía replegado hasta entonces para satisfacción de quienes los han visto en vivo ya sea en persona o a través de un video o un audio de alguno de sus conciertos; por ejemplo, una rola como “Master of Puppets”, “One”, o hasta “The Memory Remains” y “Frantic” suenan más pesadas, furiosas y brutales cuando son tocadas en vivo, que en su propio formato de estudio. Y después de todo, siendo ya una banda sumamente experimentada, han logrado corregir, en vivo, los errores que pudieran habérseles pasado por alto durante la grabación de sus canciones en un estudio. Gracias a ello tenemos como ejemplo el muy impresionante y valioso “S & M”, disco en vivo con una orquesta sinfónica tocando los temas de Metallica junto a la banda misma, que a pesar de ser otro giro en su trayectoria con la experimentación, demostró que, con quien fuera, Metallica es una de las mejores y más rentables bandas en vivo de todo el mundo.
Tres han sido las alineaciones clásicas de Metallica. Con ello me refiero a que han sido las alineaciones que han perdurado por lo menos más de tres años, que se han desplegado en vivo como músicos, que se ha comunicado, en cierta forma, entre ellos para tocar en comunión, pero sobre todo, que han quedado plasmadas en su propia trayectoria discográfica y musical. Tales alineaciones son:

• James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammet y Cliff Burton, de 1982 a 1986.

• James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammet y Jason Newsted, de 1986 a 2001.

• James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammet y Robert Trujillo, de 2003 hasta la fecha.

La segunda alineación ha sido la que México ha visto en vivo, en las dos veces que han visitado nuestro país para dar conciertos. La primera de ellas fue en 1993, en el Palacio de los Deportes, con cinco eventos llevados a cabo los días 25, 26 y 27 de febrero, y 1 y 2 de Marzo, asombrosa y sucesivamente. Estos conciertos (o por lo menos uno de ellos) quedó plasmado en un disco en vivo que la banda editó en una caja especial denominada “Live Shit: Bunge & Purge” del 93 o 94, en una cajota con mucha parafernalia de la banda, mientras que la edición más conseguible, y reciente, de la misma, es una re – edición más sobria de la misma, aunque con muchas cosas curiosas y de valor para los fans. Sin embargo, en tales fechas la banda confirmo a nuestro país de lo que estaba hecha, y a su vez, ellos confirmaron que los fans mexicanos son los más impetuosos y los que más se entregan como público, motivo por el cual la banda quedó encantada de la respuesta y del ofrecimiento de ambos elementos en un concierto: banda y público; no por nada se dignaron en abrir nuevas fechas, en marzo, para que descargaran todo su arsenal de perdición para todo público.

Pero la segunda vez no fue tan encantadora para los organizadores. El 30 de abril de 1999, en el Foro Sol, y por provocación de Phil Anselmo, líder de la ya muerta banda, super heavy, de thrash, Pantera, y que fungía como banda telonera de Metallica, los fans que llegaron al extremo aventando sillas hacia atrás (sobre todo los fans más rudos que no pudieron gastar los mil pesos que pedían por estar hasta el frente en primera fila), para aventarse un gran festival de slam frente a una de las bandas más agresivas de la escena del thrash, y para seguir, y seguirle al slam, más de cerca de Metallica. (el toquín de Monster Magnet, la verdad, no es como para recordarse realmente, pues la respuesta del público fue más bien de indiferencia hacia una banda que se ve sólo seguía una moda poco honesta). Los temibles “lobos”, la seguridad en ese tipo de eventos, se convirtieron en los temerosos cuando no pudieron hacer nada por los “niños bien” que sí habían pagado asombrosamente por un boleto de primera fila, y decidieron huir como los verdaderos cobardes que son. Por ello, dejaron tras de sí una verdadera catástrofe que muchos supieron aprovechar para desquitarse al ritmo de las rolas de ambas bandas, tanto de Pantera como de Metallica.

Si bien el concierto fue del agrado de Metallica, y de los verdaderos fans de la banda, los que tuvieron que pagar el precio esa vez fueron los riquillos que pudieron pagar los boletos más caros (hijos, obviamente, de los organizadores y de alguna otra familia de la asquerosa, insoportable y mal llamada elite de la sociedad mexicana; aunque también creo que anduvo por ahí algún afortunado que ahorró para su boleto y al ver el desmadre prefirió seguir la fiesta, a quejarse y lloriquear cono niña chiquita), al igual que los buitres de los organizadores, al tener que poner de lo que habían ganado con los exorbitantes precios de los boletos para poder componer nuevamente el lugar, motivo por el cual no los han vuelto a traer a México. En serio, Metallica no ha tocado tierras mexicanas (ni tocado en tierras mexicanas) otra vez, debido a que la empresa pagó caro el traerlos la última vez, y para ahorrarse otro vergonzoso evento para ellos mismos, no se aventuraron a traerlos durante las giras del “St. Anger”. Con tal de calmar los ánimos al respecto, se inventaron una mentira de proporciones tipo “informe presidencial”: la banda no vendría ni a México ni a Sudamérica debido a su agotamiento físico y mental, por tanto tiempo de trabajo. ¿Ah, sí? ¡Pues no la jodan, idiotas!

Sin embargo, circula por ahí (y afortunadamente yo tengo uno de ellos) una especie de disco, entre original y pirata, de este concierto en vivo, con un sonido no muy bueno, debido a que se oyen más de cerca los gritos de quienes asistieron que la propia banda; pero que cuenta con el listado total y sin manosear, es decir, editar, de todas las rolas que allí tocaron y que, a pesar de todo, sí logran escucharse un poco bien. El disco simula ser original, debido al formato y la presentación que posee (similar a la de un disco oficial), pero dudo que haya sido autorizado por la propia banda, motivo por el cual es también pirata.

Otra muestra de que Metallica experimentaba musicalmente fue el sencillo “I Dissapear” de la banda sonora de la muy mala película “Misión Imposible 2”, del año 2000. La canción suena bien y es muy pegadiza, sin embargo, resulta ser, a fin de cuentas, una mezcla entre los años del “Load” y “Re-Load” con ritmos y maneras pop al estilo U2. Creativamente no significa mucho para su trayectoria, pero daba a entender que la banda tenía muchas ganas de, en ese momento, seguir componiendo canciones que significaran un estilo propio para Metallica, y una forma de que el público en general no se olvidara de ellos y que vieran que podían seguir tan activos como siempre.


Pero después de ello, Metallica se metió en toda clase de broncas que bien se pudo haberse evitado con un poco de cordura, pero que significaban nuevamente su entrada a más vueltas y cambios inesperados, frenéticos y vertiginosos en su carrera; como por ejemplo, el rollo Napster, en el que Lars salió ganando el pleito, pero siendo despreciado, como consecuencia, por muchos otros fans alrededor del mundo que le reprochaban que era una hipocresía de su parte el censurar un medio de comunicación y conocimiento, y tacharlo de pirata, cuando ellos mismos, en sus inicios se dieron a conocer a sí, a través de grabaciones de la misma índole; la salida de Jason también significó un fracaso más en la carrera de Metallica, no sólo por dejar a la banda vestida y alborotada, o sea, en plenas grabaciones de su nuevo disco y en una total desorganización de sí, sino también porque, aparentemente, Jason progresaba más en sus propios proyectos que Metallica con los suyos, incluso el buen Lars casi estalla en llanto cuando ve lo bien que parece irle a Jason y lo mal que le va a él y su banda (sin embargo, cabe mencionar que, y para darle la razón a Metallica, en su propia historia, Jason fracasó estrepitosamente en sus proyectos musicales en los cuales creía más que en Metallica, hasta que tuvo la fortuna de ser requerido por una de las bandas más queridas por él de todos los tiempos Voivod, y hasta aquí con Jason del que no quiero decir ya más por ya no ser miembro de la familia Metallica); el alcoholismo de James significó además la casi total desintegración de la banda, como consecuencia del mal trato y constantes peleas entre él y Lars, principalmente, el vocalista y verdadero líder de la banda, decidió abandonar un rato sus ocupaciones como miembro de Metallica, al considerar que ésta se había vuelto para él un insaciable monstruo que lo devoraba y no lo dejaba ser él mismo; las discordias y malentendidos entre el dúo James y Lars sólo fue el detonante en uno de los más trágicos periodos de Metallica (después de los accidentes físicos de James y de la pérdida de su mejor y más querido bajista, es decir Cliff, más no Jason, que de éste ni quién se acuerde ahora); por si fuera poco, su aparente y muy evidente comercialidad le estaba cobrando la factura al no poder ponerse de acuerdo con un sonido claro para su nuevo disco, tratando todos de querer hacer algo distinto en la producción del nuevo disco; sus apariencias nuevamente, su dirección musical, y en fin, un larguísimo etcétera que, a pesar de todo, significó para la banda cinco años más de auto – conocimiento tanto personal como colectivo, y que les dio como resultado un nuevo y mejor acoplamiento de miembros, ideas personales y musicales, y creaciones que vieron la luz con la salida de un nuevo álbum poderoso y furioso. Todo este proceso de su transformación culminó con la salida de un gran disco, aunque muy polémico, y de la anexión y conexión con su nuevo bajista, Rob Trujillo, que, para bien, han logrado levantar a la banda desde el 2003 hasta la fecha, desde el plano creativo y musical hasta el plano personal y de identidad para el propio nombre Metallica. “St. Anger” es, a pesar de todo, el disco que demostraba que tienen todas las intenciones del mundo por ser nuevamente los líderes en composición musical, del heavy metal más fiero y potente de todo el mundo. Probablemente el disco no lo demuestra tanto como ellos quisieran, pero la furia ya se encontraba ahí, aunque contenida, y deseosa de explotar al cualquier momento, y tal vez por ello el Santo Furia se encuentra gritando desgarradamente pidiendo su liberación de todas esas cuerdas y sujeciones a las que se había atenido con Metallica. Con todo, el disco del 2003 significó para la banda y sus miembros una verdadera vuelta a la honestidad y a la brutalidad de sus conceptos en cuanto a composición de buenas letras y de ritmos que hacían menear la cabeza de cualquiera se trata.


Desde esa fecha hasta ahora, Metallica ha estado nuevamente en escenarios y en estudio, sin contar los descansos merecidos al lado de sus muy queridas familias. Pero han dando muestras de que seguían vivos musicalmente cuando sacaron otras dos rolas independientes de algún disco, e inéditas. “New Song”, o como le han llamado muchos “Set Me Free”, demostraba que Metallica podía volver a hacer nuevamente canciones de verdadero heavy metal que quedaran pro siempre en la mente de sus fans y en la gloria de las mejores rolas de la banda, con solos coléricos y riffs destructores, que superan cualquier otra forma de tocar hard o heavy de parte de cualquier otra banda, sea rival o no de Metallica. En cambio “The Other New Song”, o “Vulturus”, mostraba que a pesar de todo, no olvidaban la música por la cual habían sido influenciados desde un principio y que seguía presente en sus corazones y en la forma de tocar y de hacer su propia música.

En cierta forma, mi único reproche a Metallica es que hayan tardado tanto para sacar un nuevo disco, aunque tal vez eso signifique un ansiado regreso y una estrategia comercial, a mí no me gusta mucho tanto tardanza. Mientras que otras bandas, en ese lapso de 5 años del 2003 al 2008, han sacado por lo menos uno o dos discos más en su trayectoria, sin por ello dejar de ser tan buenos o desgastándose a sí mismos, Metallica ha decidido o bien girar por el mundo realizando conciertos, y escapándose del estudio, a concentrarse en hacer un disco en menos tiempo del que les ha llevado. Sólo ellos sabrán los motivos de su tardanza, y en cierta forma podremos comprobar si valió la espera con su nueva producción ya a la venta. "Death Magnetic” parece ser el disco verdadero de toda su carrera, hecho con base en el espíritu de colaboración producto de los años de “St. Anger”, con la potencia más pesada de los años del “..And Justice For All” y del “Masters of Puppets”, con la melodía y renovación que les trajo el “Disco Negro”, y con el total olvido de los desaciertos de sus mal logrados “Loads”.
A ver si es cierto, Metallica están aquí de nuevo demostrando que nunca se han ido, y que se ha replegado a sí mismos por un cierto tiempo para dar de ahora en adelante lo mejor de sí mismos, dentro de los confines del metal más pesado y extremo que ellos mismos pudieran realizar.