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Cuenta con la participación de excelente actor Heath Ledger, en uno de sus mejores papeles que haya hecho en su vida. ¿el problema? Ahora está muerto.

Sin embargo, eso no le quita peso a la película, sino que le da más fuerza (y más morbo, también).

La trama se centra en el Dr. Parnassus que se ha ganado la inmortalidad en una apuesta conel Diablo, pero que, como un buen apostador, no se cansa de seguir apostando con el Rey de las Tinieblas, llevando el juego hacia una interminable hazaña para ver quién es capaz de ganar más adeptos, o almas, como les gute a ustedes. En el momento en que está por perder a su hija en una apuesta, el Dr. Parnassus se encuentra con un tipo que no recuerda nada de sí, pero que le ayuda en su juego de apuestas con el Demonio para ver quién las puede más.

¿Asì de sencillo? Ni tanto, porque el final no es el que te esperas, a pesar de ser un buen final, las actuaciones son tan variables y dinámicas en toda la película, como lo son también los actores y su desempeño al llevar a cabo un sólo papel, lo cual, siento yo, es parte de lo que la enrevesada y fantástica mente de Terry Gilliam, director de la película.

El reparto, aparte del fantasmagórico Leadger, lo complementan Jude Law, Johnny Deep y Collin Farrel, haciendo el revelo en el personaje que dejo inconcluso, con su actuaciòn el otrora Heath. Asì como Christopher Plummer como el Dr. Parnassus, Lily Cole como Valentina, la hija del Dr., y Tom Waits como el Diablo.


No se la pueden perder si son fanáticos del cine surrealista, debrayado y con un mensaje no tan fácil de digerir, sino uno que te deja pensando un buen rato, así como con un final que te deja muy a gusto.

Un saludo a la RockA, quien fue conmigo a ver la película.