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En esta ocasión Galder se la ha de ver a solas en todo el disco, salvo las colaboraciones de Peter Wildoer en la bataca. Todo el disco fue planificado, compuesto, producido, y ejecutado por el diabólico y pelón músico, a quien prefiero más en solitario que en Dimmu Borgir, no porque esta banda no me guste, por el contrario, sino porque considero que Galder es un excelente músico y compositor de Black Metal, y que es mejor que el propio Silenoz en ese sentido.
Y la clara muestra de ello es este gran álbum: Slaves of the World (de 2009, producido por la disquera Century Media, pero traído hasta nosotros por la empresa mexicana Scarecrow Records, a quien le debemos otros buenos discos de Heavy Metal, y de manufactura nacional), que consiste en una lección atronadora de brutalidad y austeridad puras, mezcladas con bellos pasajes acústicos y ambientación de ultratumba, que hacen de su música el mejor acontecimiento del Black Metal “en solitario”, por decirlo así, de todos los tiempos. De las mejores rolas de este álbum tenemos la que le da nombre al álbum, y que por ser el primer track, nos introduce en un mundo de desolación y de putrefacción diabólicas en guitarras demoledoras con la voz de Galder en su punto más alto (o quizá más bajo, debería decir, debido a los graves niveles vocales que logra ejercer). En donde hay una variación de estilo tanto de tocar como de cantar, es en “Saviors of Doom”, una de las rolas más agresivas y peculiares por su distinción musical y lírica. También se encuentra “The Crimson Meadows”, rola que es la mejor del disco, según mi gusto, y que posee un riff decisivo y atropellante, con una batería impresionante, y la letra más ruda de cuantas haya escrito. Aunque sin duda el mejor trabajo de la batería se encuentra en “Unholy Foreing Crusade”, tan rápida que apenas y puedes captar los demás elementos del instrumento, en compás con uno de los mejores riff de guitarra de todo el disco. Y sin duda una en las que mejor encuadran los teclados y sintetizadores es “Path of Destruction”, que a mitad de la rola nos sorprende con una risa diabólica que abre paso a un interludio acústico que se disfruta por mucho. La mejor prueba de que Galder es un maestro multi – instrumentista se da en “The Spawn of Lost Creation”, donde demuestra la conjunción de los instrumentos, aunque principalmente del bajo, que sigue y supera una línea de guitarra definitivamente bestial. “On the Devil’s Throne” es tan violenta como diabólica, con la voz gutural de Galder simulando la del demonio más terrorífico ¡¡¡blasfemando contra todo lo sacro en el mundo!!! Además de que contiene un solo de guitarra que retrotrae las mañas del rock’n roll y unos cambios de tiempo impredecibles, que funcionan para los fines de la rola misma.